A mediados de diciembre, este digital publicó un artículo titulado ¿Por qué a Jorge Javier Vázquez se le aparecen Paz Padilla y María Teresa Campos haciendo pasillos? Hablábamos de la pesadilla que para el presentador suponía ser apartado de las pantallas ante el fracaso reiterado de las audiencias y la llegada del sucesor de Paolo Vasile a Mediaset.
No olvidemos que el último libro del filólogo de 52 años se titula Antes del olvido, un olvido que amenaza a cualquiera que desaparezca súbitamente de la televisión, como el propio Jorge Javier ha explicado en ocasiones, una experiencia vivida inexorablemente por grandes estrellas a lo largo de la historia de la caja tonta, desde Paco Lobatón a María Teresa Campos.

Decíamos que el mal sueño de Jorge Javier Vázquez era verse a sí mismo vagando por los pasillos de Mediaset sin un programa que presentar. Desde que saltara la noticia del relevo de Paolo Vasile al frente de la empresa, la sombra del despido planea sobre la persona que, para bien o para mal, ha sido el emblema de una era que se apaga. Jorge Javier es el icono de una forma de hacer televisión muy criticada pero que, junto a los realitys y Ana Rosa Quintana, dio el liderazgo a Telecinco hasta hace poco más de un año. Ahí contábamos que la nueva directiva de la cotizada no es muy pro Jorge Javier. Ni de la productora que le cobija, la Fábrica de la Tele. Los argumentos son simples: Ana Rosa es líder indiscutible en su franja, y su programa y su estilo funcionan mejor sin ensuciar la cadena.
La productora de programas como Sálvame o la docuserie de Rocío Carrasco han sido señaladas como responsables del estrepitoso hundimiento de audiencia de la cadena. Puede que no sea del todo cierto, pero de lo que no cabe duda es de que, si al daño reputacional sufrido por la filial española de Berlusconi hay que ponerle una cara, todo el mundo se imagina a Jorge Javier y al universo que representa: la panda de frikis que se insultan a diario, de grito en grito, a la hora de la merienda, con el presentador descalificando a todo lo que se mueva si no es de su cuerda.
Como adelantábamos en primicia, Paolo Vasile le regaló a Jorge Javier, como herencia o pago por los servicios prestados, un contrato firmado que le une a la cadena de Fuencarral en los próximos años. Pero no es solo el aspecto económico lo que le quita el sueño al badalonés.

Desde hace pocos días, Mediaset cuenta con dos consejeros delegados: Alessandro Salem y Massimo Musolino. Por su parte, el presidente Borja Prado es también el responsable de la línea editorial de los informativos, pero también de la imagen y de las relaciones institucionales de Mediaset. Todos ellos deberán poner fin a la profunda crisis de audiencia que Mediaset sufre desde que cedió el liderazgo a Antena 3. La situación se ha recrudecido con un prime time hundido y una franja de tarde en mínimos, con los nuevos concursos perdiendo estrepitosamente, día tras día, las batallas de la audiencia.
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Por cierto, La Fábrica de la tele también produce el vespertino de Risto Mejide, otro personaje muy criticado estos días tras disparar contra Ana Obregón (acusándola nada menos que de rentabilizar su victimismo por la muerte de su hijo y de sus padres), después de el colosal bofetón que se dio presentando las campanadas en Mediaset con Mariló Montero, que no ha dicho una palabra a favor del ex de Laura Escanes.
Esconder la imagen de Jorge Javier para limpiar la imagen de la nueva Telecinco
Al habla con una persona que trabaja en Fuencarral, obtenemos pistas sobre la situación personal que vive Jorge Javier: "Vive en vilo porque lo que teme es que, tras la marcha de Vasile, que tanto chance le ha dado, es pasar de ser un presentador estrella de la cadena a que le cierren la entrada a los platós y dedicarse a hacer pasillos para ocultarle y que su desaparición de la pantalla se convierta en un signo de la renovación de la nueva Telecinco".
No sería la primera vez que dejaran a una gran estrella en decadencia con sueldo y contrato en vigor pero sin proyectos. Que se lo digan a Jesús Vázquez. Hasta lo hicieron con la mismísima María Teresa Campos. Al filólogo esa idea no se le va de la cabeza.
Jorge Javier siempre estuvo protegido por Vasile y por La Fábrica de la Tele, dirigida por sus amigos Óscar Cornejo y Adrián Madrid, pero, tras el escándalo de la llamada Operación Deluxe, las cosas para ellos se han complicado y se rumorea su salida. El propio aludió al asunto en sus comentarios, bromeando con que se le estaban "cerrando las puertas de Telecinco" y confesando que estaba yendo a terapia para saber afrontar su despedida: "Voy a terapia sabiendo que esto no es eterno y que para estos señores no seremos nada. No hay nada más efímero que la televisión y seremos el olvido. ¿Quién se acuerda de la gente que hacía televisión hace diez años? Si ahora, llegado el momento, me dicen adiós, lo único que puedo decir es 'gracias por haberme aguantado tantos años, una estrella en decadencia'. El estrellato no se mide por el share. Qué horror sería que la felicidad de mi vida dependiera de un dato de audiencia. Eso sí sería una estrella en decadencia". Palabra de Jorge Javier.
La tregua dictada por las fiestas navideñas acaba ya, después de Reyes. Es decir, la semana que viene empieza la acción: el nuevo equipo directivo revisará acuerdos con productoras, presentadores y las distintas áreas de todo Mediaset.
La fábrica de la tele es una de las productoras señaladas por el nuevo presidente del grupo. Se ha publicado que hace tiempo ya pidió a Paolo Vasile que protegiera a la cotizada imponiendo un cortafuegos entre Mediaset y la productora que cobija a Jorge Javier para no mancharse más con la Operación Deluxe, en la que presentadores y directores están salpicados por un presunto espionaje a famosos, con policía corrupto de por medio y centenares de páginas con grabaciones y documentos muy comprometedores. En apenas 72 horas podremos saber si los Reyes han traído carbón a Jorge Javier y si es cierto que Borja Prado propiciará la salida de Mediaset del presentador.