En República Dominica y alejada de la tempestad mediática. La segunda esposa de Mario Vargas Llosa (y su prima), Patricia, se encuentra lejos tras la tormenta mediática que ha desatado la ruptura del Premio Nobel de Literatura e Isabel Preysler. Fiel a su discreción, por el momento, Patricia se mantiene al margen.

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Y eso que su nombre está siendo muy comentado en los últimos días, especialmente por el relato que Vargas Llosa publicó en 2021 en el que hablaba de una mujer llamada Carmencita (curiosamente Carmen es el primer nombre de Patricia), a la que se arrepentía de haber dejado por un amor "de pichula". Un relato que para su entorno tiene tintes autobiográficos y que ahora, tras la ruptura, se entiende mucho mejor.

Pese al escándalo que supuso en 2015 que Vargas Llosa dejara a la madre de sus hijos por la socialité filipina, Patricia ha mantenido a lo largo de estos años silencio. Y parece que ahora no tiene a otras intenciones, pese a que sus palabras tienen cada vez más interés (y estarían incluso mejor pagadas). Según desliza El Español, le han puesto sobre la mesa interesantes (y jugosas) ofertas que ha ido rechazando una tras otra. 

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Comentan en diferentes medios que Vargas Llosa habría intentado volver con ella (sin éxito). Sus estilos de vida son más parecidos. Patricia también es cultureta y, entre otras de sus motivaciones, está muy implicada en un reconocido certamen literario que se celebra anualmente en la ciudad peruana de Arequipa, donde nació su ex. Precisamente, el entorno del autor de La ciudad y los perros argumentó que se cansó de no tener temas en común con Isabel y planes intelectuales que compartir con ella.

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Mario Vargas Llosa

Escritor peruano

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