Leo Messi ha cumplido un sueño que lleva persiguiendo casi 20 años: ser campeón del Mundo con su selección, Argentina. Este domingo el astro se ha convertido en el orgullo de todo un país, pero especialmente en el de su familia, que no le ha dejado ni un segundo solo desde el inicio del Mundial de Qatar.
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Desde la grada, su mujer Antonella Roccuzzo y sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro le han acompañado cada minuto del partido frente a la Francia de Kylian Mbappé y se han encargado de enviarle todos sus ánimos.
Al inicio del encuentro, una foto de la esposa del jugador se hacia viral en redes: Antonella se llevaba las manos al pecho y rezaba para que su marido hiciera realidad su sueño. Y sus ruegos han hecho efecto, junto al increíble partido del futbolista, que marcó dos goles.
Messi necesitaba el Mundial para poner el colofón perfecto a su carrea deportiva: en el Futbol Club Barcelona lo ganó todo, 35 títulos a nivel colectivo y 6 Balones de Oro a nivel individual. Pero le faltaba esa Copa del Mundo que hoy ya es suya.
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