Anabel Pantoja es consciente, por desgracia, de que estas serán las primeras Navidades sin su padre, fallecido el pasado 25 de noviembre en un hospital sevillano. Pero no quiere que tan sensible pérdida afecte en exceso a la celebración de unas fiestas tan familiares.
Lea también: Anabel Pantoja le pidió a Junco que negara que Pinocho sea hijo de su marido Bernardo
Para ello, su intención es reunir en su casa de Canarias a los miembros de su familia con los que mantiene mejores relaciones, como es el caso de su madre, Merchi, o de su prima Isa.
Misión imposible parece ser su intención de llevarse al archipiélago a sus tío Isabel y Agustín. Ella les ha propuesto que pasen el fin de año en las islas. Le duele que los dos se encierren, como el año pasado, en Cantora en unas fechas tan especiales como estas.
La tonadillera, no obstante, no está por la labor de hacer un viaje de esas características, y desde que murió su madre, en septiembre de 2021, no suele celebrar ningún tipo de aniversarios ni fiestas. Sus salidas de la finca han sido mínimas en un año en el que ha tenido muy pocas satisfacciones. Apenas se relaciona con sus dos niños, ha dejado de lado a los pocos amigos que le quedan, está agobiada por las deudas y por sus problemas con Hacienda. En fin, un panorama desolador.

Su sobrina tiene decidido convertir la noche del 31 de diciembre en un acontecimiento en el que no falten sus íntimos. Aparte de su novio Yulen, podrían asistir la familia de este, incluyendo su madre, con la que Anabel ha limado antiguas asperezas. Ya veremos si también invita a su ex, Omar El negro, con el que, dicen, ha acercado posturas últimamente.