La ministra de Igualdad está en el ojo del huracán por el estrepitoso fracaso de la Ley 'Solo sí es sí' y no solo en el Congreso o los medios de comunicación. Pero la desafortunada actuación Irene Montero no justifica en absoluto los ataques personales y los insultos gratuitos recibidos tras publicar este domingo una imagen familiar en la que aparecía Pablo Iglesias con los tres hijos que tienen en común. Puede que la titular de Igualdad busque una estrategia para humanizar su imagen y la del padre de sus hijos, pero el respeto no está reñido con la legítima crítica constructiva.
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La política ha recibido decenas de mensajes no solo con sus actuaciones y declaraciones de los últimos días sino también con la propia imagen publicada: "Resulta un poco injusto que una tiparraca sin preparación, por el simple hecho de haberse casado con quien se ha casado, sea nada más y nada menos que ministra"; "Otra imagen tierna para enmascarar la cruda realidad, nadie te quiere en dónde estás, dimite", "Esa habitación tiene más metros cuadrados que un piso completo de Vallecas" o "Vida de marqueses multimillonarios" son algunos de los comentarios que han quedado plasmados en el muro de la de Podemos.
Los 'haters' aluden cuestiones personales, como los relacionados con los rumores acerca de la supuesta separación entre Irene Montero y Pablo Iglesias, de quien se llegó a decir que podía tener una relación con otra compañera: "¿Haces una foto cada vez que el macho alfa vuelve a casa?", "Tiene que justificar que después de estar de rodeo el colega, vuelve a casa por navidad. Vaya ministrilla más patética la verdad". No a una ley que puede reducir penas de delincuentes sexuales, pero no también a mezclar la crítica con el insulto personal.