El patio está revuelto. Los terribles fallos que está demostrando la ley del 'Solo sí es sí' de Irene Montero han creado profundas grietas en la ya delicada estructura interna del Gobierno. Mientras que la oposición pide la dimisión de la ministra de Igualdad, sus propios compañeros eluden defenderla en público. Es el caso de Yolanda Díaz, contra la que ha arremetido Pablo Iglesias este viernes: "Ponerse de perfil cuando machacan a una compañera no solo es miserable y cobarde, sino políticamente estúpido".
La cacería de esta semana confirma 3 cosas:
— Pablo Iglesias ???? (@PabloIglesias) November 18, 2022
1) La degradación creciente de buena parte del periodismo
2) Que la derecha judicial es un actor político
3) Que ponerse de perfil cuando machacan a una compañera no solo es miserable y cobarde, sino políticamente estúpido
Y es que el ex vicepresidente de Pedro Sánchez no solo es (era) compañero y líder del partido de Irene, sino que también es su novio y padre de sus tres hijos. Razones no le faltan para dar la cara por su chica, que atraviesa una de las crisis más potentes desde su nombramiento: "Si la derecha judicial y lo más repugnante del periodismo facha y progre atacan con tal virulencia a Irene Montero, simplemente están reconociendo lo que significa en este país. Gracias compañera".
Si la derecha judicial y lo más repugnante del periodismo facha y progre atacan con tal virulencia a Irene Montero, simplemente están reconociendo lo que significa en este país. Gracias compañera ? pic.twitter.com/gtGHO0ok6K
— Pablo Iglesias ???? (@PabloIglesias) November 18, 2022
Iglesias también ha retuiteado otros mensajes en la férrea campaña de defensa que ha iniciado este viernes, como el de Raúl Solís: "Las críticas contra Irene Montero proceden del territorio de la inconsciencia, donde habitan los miedos, los traumas y las emociones no resueltas de una sociedad. Irene Montero es un espejo".
La paz reina en Galapagar. Pablo apoya a Irene y demuestra así que su llama (al menos ideológica) sigue intacta después de seis años de relación sentimental, varias crisis y hasta contundentes rumores de separación (terceras personas de por medio). La última vez, en febrero. De hecho, desde entonces están melosos como nunca: besos en pleno mitin, publicaciones de familia feliz en redes sociales y hasta el saraos con comilona y bailes como el resto de los mortales.