La marquesa de griñón ha retomado sus días de photocall tras unos días de desconexión y disfrute en Qatar, donde asistió a un concierto de su hermano y a la boda de su gran amiga Khali El Assir. Tal y como adelantamos en primicia, Tamara Falcó reapareció el martes para presentar su nueva colección con Pedro del Hierro.

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Este miércoles, lo hizo en los Cines Callao para recibir su premio 'Mujer del año' de la revista Harper's Baazar y brilló con un vestido de terciopelo negro diseñado por ella misma, con escote, una sola manga y una caída de lo más favorecedora.

Aunque no se considera merecedora de dicho reconocimiento: "Ya me gustaría ser la mujer del año", dijo entre risas. Para ella, quien se lo merece es su madre, Isabel Preysler, porque "ha sido mi referente". "Que hayan pensado en mí en este momento la verdad es que significa muchísimo", apuntaba. 

Tal y como confesó en su evento del martes, la hija de Carlos Falcó ha pasado a una nueva etapa después del huracán Onieva, al que ha perdonado "como cristiana y como mujer". No quiere saber absolutamente nada "por prescripción facultativa" y no quiso comentar las imágenes de su exprometido yendo a misa: "No voy a decir nada de eso, es una cosa entre él y Dios".

"Yo tenía una vida estupenda, no tengo que cambiarla. Lo pasé mal, pero ya está. Soy creyente y creo que las cosas pasan porque así lo quiere Dios. Quien quiera otras explicaciones que las busque. La mía es esta", sentenció Tamara.

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