En octubre, Concha Velasco sufrió un susto de salud en la residencia de Las Rozas donde está ingresada, por decisión propia y de su familia, desde hace un tiempo. Su hijo Manuel ya aseguró que su madre está en "las mejores manos" y, optimista aunque cauto, se limitó a decir que "ya está mejor". No obstante, su entorno nos aseguró que la salud de la intérprete "no pasa por un buen momento".
Lea también: El hijo de Concha Velasco visita a su madre y reacciona a la preocupación por su estado de salud
Fuentes cercanas a la emblemática Chica Ye yé han dado más detalles acerca de la eterna dama de la escena española, a quien ya no se puede visitar en la residencia con tanta frecuencia como antes: "Nadie puede ofenderse. Es del todo comprensible que ya no se pueda visitar a Conchita tan alegremente".

En este sentido, el mismo amigo de Concha, que no ha desvelado su identidad, añade en Semana: "Los primeros meses en la residencia, ella se encontraba delicada, pero estaba bastante bien y muy animada. Por eso, recibió las visitas de muchos amigos y compañeros de profesión. Sus hijos también estaban encantados de que fuera así, porque esto hacía que estuviera muy entretenida".
Sin embargo, ahora la situación es diferente: "Desafortunadamente, ahora la situación es más complicada y hay que respetar las decisiones que tome la familia, que siembre son buscando el bien de Concha".

Su familia está volcada en ella: "Ella está muy cuidada, rodeada de amor y cariño tanto por parte de los suyos como del personal de la residencia, que está muy cualificado y la adora. Tomar la decisión de ingresarla en una residencia fue durísima, pero, sin duda, fue la mejor. Ni Manuel ni Paco [sus hijos] podían prestarle esos cuidados las 24 horas que necesitaba", señalan.
Lea también: "La salud de Concha Velasco no pasa por un buen momento", asegura su entorno
A sus 82 años (cumple los 83 a finales de noviembre), la actriz permanece ingresada en la residencia Orpea Punta Galera. Tiene jardines y mucho espacio para estar al aire libre, pero la vallisoletana echa de menos su casa, sus cosas y a su familia.