La entrevista de Sonsoles Ónega a Esther Doña en Antena 3 hizo subir considerablemente la audiencia del nuevo programa de la antigua presentadora de Telecinco pero fue también una decepción para quien esperaba que la viuda del marqués de Griñón relatara de una vez por todas el motivo de su ruptura con el juez Santiago Pedraz. En parte, la entrevista fue un 'vamos a contar mentiras, tralará', de la marquesa viuda que se puede desmontar.
La antigua modelo malagueña se fue de nuevo por la tangente. No solo se escurrió con Sonsoles diciendo "por ahora no lo voy a contar", sino que transformó el final de su relación con el magistrado de la Audiencia Nacional en una serie de medias verdades y mentiras manifiestas, como ha hecho desde que inició su romance con Carlos Falcó, edulcorado durante y después de su matrimonio con el aristócrata fallecido hace dos años y medio, cuando la realidad es que el marqués y su cuarta esposa acabaron teniendo una relación tormentosa que amargó los últimos años de la vida del padre de Tamara Falcó, como atestiguan sus amigos cercanos.

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Sus discusiones en el palacio de El Rincón están documentadas por el servicio de la mansión, como hemos podido constatar, un palacio donde Carlos Falcó tenía en un dormitorio en el primer piso, mientras Esther y su madre ocupaban la segunda planta. Se peleaban a menudo.
El episodio violento que protagonizaron Doña y Aldara, la hija menor del marqués y Fátima de la Cierva, cuando la joven regresó de sus estudios en Viena y se encontró con su habitación ocupada por la madre de la malagueña, y sus cosas personales en la basura, está confirmado en una grabación hecha por Aldara, mientras estaba encerrada en un baño junto a su padre y Esther la insultaba a gritos en el exterior, plantada al otro lado de la puerta y no precisamente muy tranquila.
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De su etapa más reciente, ya junto a Pedraz, hay personas que cuentan las andanzas de Esther y sus amigas mientras era la novia del juez, divirtiéndose por su cuenta, con señores encantados con su compañía. Es muy libre, pero si comparece en público para contar mentiras, tenemos derecho a decirlo.
Cuando habla de su idílico matrimonio con Griñón, el tercero para ella, omite explicar lo que de verdad ocurrió en el hotel Eurobuilding de Madrid cuando, en una discusión con su marido, el marqués acabó detenido por la policía y pasó una noche en el calabozo de Comisaría, hasta que por la mañana la jueza consideró que era un caballero, incapaz de la menor agresión a nadie y menos a su esposa, 40 años más joven.
Cuando Televisión Española elaboró el Lazos de sangre dedicado al marqués de Griñón, en el que entrevistaban a su última esposa, Esther vetó cualquier pregunta sobre aquel lamentable episodio, así como sus malas relaciones con los hijos de su marido, especialmente con los dos últimos. Con Duarte Falcó hubo otro encontronazo relacionado con una presunta agresión, y no precisamente por parte del joven.

En cuanto a la entrevista con Sonsoles, centrada en su versión de la ruptura con Pedraz, Esther Doña vuelve a darle la vuelta a lo sucedido, presentándose como víctima de un abandono hecho por whatsapp que ha conmovido a personas desinformadas. La tozuda verdad es que, cuando el juez advirtió al semanario Hola de que habían roto su compromiso mucho antes de que la revista publicara el anuncio de su próxima boda, el magistrado ya había abandonado la isla de Ibiza, donde estaban juntos con unos amigos, porque ella había "traspasado líneas rojas que no son tolerables". Esther quiso entonces mantener la exclusiva de forma irresponsable, con la ingenua esperanza de cobrar por el reportaje y esperando una reconciliación que sabía imposible. El whatsapp de Santiago Pedraz fue solamente el remate que ponía punto final a una serie de conversaciones anteriores en las que el magistrado ya daba por concluido el compromiso. Por cierto, cuando Esther Doña afirma en Antena 3 que no cobró por la portada en la que anunciaba su matrimonio, se olvida de contar que había pactado una cantidad de cinco cifras con el semanario, pero que no cobró finalmente porque sencillamente había engañado a la revista.
El ridículo de que ella ha promocionado al juez
Fabula la antigua modelo y esteticista ante las cámaras de Antena 3 con que Santiago Pedraz ha sido conocido gracias a ella, que ha sido ella quien le ha abierto las puertas de la fama. Como si este jurista no hubiera participado en casos tan mediáticos como el asesinato del reportero José Couso en Irak en 2003, la estafa piramidal de Afinsa, el tema del sindicato Manos limpias y más recientemente el de La caja B del Partido Popular.
Asegura Esther Doña que Pedraz "ha ganado posición social" con ella, pero es exactamente a la inversa. La malagueña siempre ha sido una persona con un pasado oscuro y complicado, mal vista por la familia Falcó y de carácter inestable, cambiante y contradictorio. Estar junto al juez de la Audiencia Nacional fue en su día un eficaz lavado de imagen para ella, que ha terminado en fiasco.
Seguiremos sin conocer la verdad de Esther Doña contada por ella misma y seguimos observando su falta de credibilidad. Mientras tanto, se ha ganado un puesto como contertulia de Sonsoles Ónega con un sueldo de 4.000 euros al mes. Habrá que ver cuánto dura su nuevo cuento de hadas.