La todavía mujer de Ortega Cano se ha estrenado este lunes en el plató de Sálvame para hablar sobre su ya confirmado divorcio. Ana María Aldón, que ha protagonizado un pequeño enganchón con Jorge Javier Vázquez en plena entrevista, lleva la paz por bandera en el proceso que enfrentan pero advierte: si la atacan, responderá.
Ha sido Kiko Jiménez, ex de Gloria Camila, el que ha advertido a Ana María Aldón: "Van a ir a por ti, van a vapulearte y a tratar de dejarte mal", le ha dicho. Ella ha sido tajante: "Si me atacan repartiremos hostias todos, porque no me las voy a comer todas yo". Será (si lo es) más adelante, porque este lunes Aldón ha estado educada, tranquila y muy pacífica. Tanto que incluso se ha enfrentado al presentador, que ha llamado a Ortega Cano "cobarde y ridículo": "No le insultes en mi presencia, no te lo permito".
La invitada ha desvelado que lleva meses sin hablar con ningún miembro de la familia Ortega Cano ("No me ha llamado ninguno, ni si quiera para preguntarme por la criatura que estaba a mi cargo este verano") y que está dolida por los comentarios de Lequio, que afirmó que Aniceto y compañía quieren que el divorcio se lleve a cabo rápido porque no la quieren como viuda: "Me parece muy feo eso, lo primero porque estamos hablando del padre de mi hijo y espero que lo disfrute muchos años, y los segundo porque yo no quiero ser la viuda de nadie. Si lo dicen por el dinero, como creo, que no se preocupen porque no soy ninguna trincona", ha respondido. "De todas formas ya estoy acostumbrada a estos feos: ya me pidieron una prueba de paternidad de mi hijo, me exigieron la separación de bienes en la boda...". Y apunta: "Si yo hubiera querido sacar rentabilidad de todo esto, lo habría hecho hace mucho".