Salen a la luz nuevas informaciones acerca de las últimas horas del DJ, que ingresó en la madrugada del viernes en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla tras haber sufrido un ictus. Tal y como ha desvelado Raquel Bollo, Kiko Rivera comenzó a sentirse mal horas antes: "El jueves se despertó de la siesta con media cara paralizada".
La ex de Chiquetete ha relatado en el Deluxe: "Se dieron cuenta de que la cara se le iba para un lado. Esperaron un rato pero como vieron que no se le pasaba, fueron al centro médico en el que trabaja la hermana de Irene. Allí le dijeron que era un ictus y que tenía que irse a Sevilla, donde había una unidad especializada".
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Matamoros ha completado la información: "Parece que, a pesar de todo, se ha cogido a tiempo y ha afectado a una zona cerebral muy pequeña. De momento, ha perdido la sensibilidad en la mitad de la cara, pero no hay mayores secuelas".
La mujer de Kiko, Irene Rosales, ha atendido a los medios a última hora del día, tras ver a su marido de nuevo: "Está bien, tiene el susto todavía pero dentro de lo que cabe está bien", ha dicho. "No sabemos cuándo lo pasarán a planta, ni idea". El reportero José Antonio León, que cubre la noticia a las puertas del hospital, ha podido verlo a través de una ventana: "Estaba en la cama, incorporado, moviendo los brazos y lo hemos visto un poco asustado pero bien".