Isabel Pantoja ha recibido la peor de las noticias en las últimas horas. Su hijo, Kiko Rivera, ha ingresado en la madrugada de este viernes 21 en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla tras sufrir un ictus.
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El DJ está ingresado en una planta especial a la que solo puede acceder una persona, en su caso, su esposa, Irene Rosales. La esposa de Kiko ha confirmado, horas después de conocerse la noticia, que la tonadillera está "al tanto de todo" lo ocurrido, aunque es mejor que nadie se acerque hasta el hospital por tranquilidad de Kiko.
"Bueno, ahora mismo lo de menos es que venga la gente a verlo. Yo creo que incluso no le viene bien porque con la emoción y demás se puede poner más nervioso. Por el momento, la única que va a estar viniendo soy yo para que no se ponga nervioso. Pero todo el mundo está hablando y pendiente de él. Todo el mundo", ha señalado.
Antonio Rossi ha tratado de quitarle hierro al asunto, asegurando que este sábado ya podrían darle el alta: "Le afectó a una zona muy pequeña y la progresión no fue negativa. Podrían darle el alta mañana. Ha tenido suerte porque siendo un ictus como era ven que la afección no ha sido muy importante. Está muy localizada y la zona a la que le ha afectado es pequeña", ha explicado el periodista.
Madre e hijo mantienen una mala relación desde 2020, cuando Kiko comenzó a contar en televisión y en las revistas que su madre le había engañado con la herencia de su padre, Paquirri. La guerra se extendió a su tío, Agustín Pantoja, a quien acusa de engatusador, y a su hermana Isa. Incluso llegó a contar, vía exclusiva, episodios desagradables ocurridos directamente con ella en Cantora.
Aseguran que las próximas horas son decisivas para la evolución del DJ. A sus 38 años, también sufre gota y padece diabetes crónica. Kiko, para este viernes, estrenaba un nuevo tema, Vudú. Un lanzamiento que se ha visto ensombrecido por su hospitalización. El hermano de Fran y Cayetano ya publicaba este jueves en su Instagram que "estaba de estreno, pero bien jodido".