Lo días, los meses y los años pasan sin que el rey Juan Carlos pueda regresar a España, como es su deseo. Los amigos que le visitan en Abu Dabi cuentan que el emérito "no habla de otra cosa más que de su país", que todo en su estancia allí gira en torno a España, desde conversaciones, recuerdos, o la "comida con jamón y vinos españoles". Y hasta dicen que se ha plantado un olivo español en el jardín de la mansión de la capital de Emiratos, donde vive el antiguo monarca.

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"Está muy solo, se siente muy solo", asegura una persona cercana que ha estado con el rey expatriado en la capital de Emiratos Árabes Unidos.

Quizá por eso algunos familiares que todavía no habían ido a verle desde su marcha, hace ya más de dos años, han pasado unos días con él recientemente. Se trata de su hermana menor, la infanta Margarita, a la que acompañaban su marido, el doctor Carlos Zurita, su hija María Zurita y Carlitos, el primero y único nieto de los duques de Soria.

Una visita muy importante para el anterior jefe del Estado, que siente mucho cariño por su hermana Margarita, ciega de nacimiento y a la que siempre ha protegido. La duquesa de Soria tiene 82 años y se desplaza siempre en silla de ruedas. Este viaje no era demasiado sencillo para ella, pero ha querido volar hasta Abu Dabi para animar a su hermano.

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Por otra parte, don Juan Carlos y la reina Sofía han sido muy cercanos siempre a su sobrina María Zurita y la apoyaron cuando decidió ser madre soltera por reproducción asistida.

Al bautizo de Carlitos, celebrado en 2018, en la ermita del Club Puerta de Hierro, con un cóctel posterior en una parte del recinto, asistió don Juan Carlos, que quiso ser el padrino de honor del niño, al que toda la familia conoce como "Súper Carlitos".

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