Carmen Sevilla, desde hace años, está ingresada en una residencia donde, con frecuencia, la visitan su hijo Augusto J. Algueró, y su fiel confidente, Moncho Ferrer. Este domingo, la leyenda del cine español y de nuestra cultura popular cumplió 92 años y su amigo ha dado detalles de cómo se encuentra.

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Moncho la visitó este domingo con un ramo de flores y, a su salida del centro, explicó que Carmen "está estupenda, tranquila. La he dejado recién peinada, como dice la canción, escuchando La bella de Cádiz".

No obstante, añadió: "No me gusta mentir, su estado es delicado (...) Ella necesita paciencia y tranquilidad. Sigue estando delicada de salud, pero en general, dentro de lo que es bien está bien, exactamente fantástica dentro de lo fantástica que se puede ver". 

Moncho es un gran apoyo para la actriz, que sufre Alzheimer: "Vengo a verla casi todas las semanas y es maravillosa. Un osito de peluche. Es una persona que si no existiera habría que inventarla. Es generosa, cariñosa, buena, noble, una buena esposa, buena madre, buenísima amiga. Es muy difícil definirla", señaló a los micrófonos de Europapress. "Carmen Sevilla significa todo. No hay más que una".

También tuvo unas bonitas palabras para Augusto, explicando que no puede ser mejor hijo para su madre: "Es un tío extraordinario, fuera de serie. ¿Quién ha dicho que no viene a verla? La relación con su madre es muy buena, la tiene entre algodones, pero cada uno manifiesta sus sentimientos de una forma". Sostiene que cada vez que la visitan, la andaluza "hace muecas" pese a su enfermedad. 

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Ferrer también habló de cómo es la rutina de su madre en el centro: "En su día a día hace ejercicios de gimnasia, se da una vueltecita por el centro, que es una maravilla. Ya firmaríamos todos por estar así cuando seamos mayores. No está al alcance de todo el mundo". 

Carmen Sevilla está ingresada desde 2015 en el centro de mayores de Aravaca Orpea, en Madrid, donde está completamente atendida las 24 horas del día. Su último trabajo delante de las cámaras fue en Cine de Barrio como presentadora, espacio que tuvo que abandonar porque su enfermedad ya le pasaba factura en sus últimas apariciones. Su hijo y su amigo Moncho no faltan en cada visita para entregarle todo su amor.

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