De nuevo en España tras varias semanas recorriendo su Perú natal para buscar localizaciones para su próxima novela, Mario Vargas Llosa se ha pronunciado sobre el que se ha convertido en uno de los temas más comentados en las últimas semanas: la ruptura de Tamara Falcó e Íñigo Onieva después del vídeo del empresario besándose con otra. 

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Un escándalo que pilló al Premio Nobel a miles de kilómetros, lejos de Isabel Preysler en un momento tan delicado para su hija, con quien el escritor también tiene una relación muy especial.

Vargas Llosa, al ser sorprendido por los micrófonos en plena calle, confiesa que "prefiere no opinar" del giro de 180 grados que ha dado la vida de la marquesa de Griñón al descubrir la traición del que era su prometido. 

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Isabel, supuestamente, nunca sintió una especial simpatía por Íñigo. Además, le habría advertido a su hija en más de una ocasión de las posibles deslealtades de su entonces novio. Pese a todo, el autor se mantiene al margen y no expresa su opinión sobre el empresario de la noche. Dice que "no, no" habla. Mejor callado que hablar más de la cuenta.

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