La familia de Jesús Quintero quiso un entierro íntimo y privado en el cementerio municipal de San Juan del Puerto, el pueblo de Huelva donde creció y vivió el famoso comunicador, fallecido el pasado lunes a los 82 años.
Pero en la capilla ardiente y el funeral, celebrado en la iglesia parroquial de San Juan Bautista, de la misma localidad, había muchos amigos de El loco de la colina, el nombre artístico, con el que se hizo famoso y admirado. Por allí pasaron la periodista Isabel Gemio, Fran Rivera, Vicky Martín Berrocal o el torero Juan José Padilla con su esposa Lidia. Una corona de flores de Alejandro Sanz llevaba la siguiente dedicatoria: "Tu palabra, silencio y vida serán eternos, gracias Jesús".

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Sin embargo, hubo una ausencia notable, la de José Luis López, el empresario conocido como El Turronero, quien ayudó a Quintero en la última etapa de su vida, no sólo económicamente. Este multimillonario, conocido por su generosidad, consiguió convencer al presentador para que ingresara en Nuestra Señora de los Remedios, una residencia de Ubrique donde El Turronero encontró y pagó una plaza para Quintero. Allí fue atendido con todos los cuidados necesarios y un trato médico y profesional excelente, que María, su última esposa, no podía darle, ya que atenderle requería atención las 24 horas del día.
Hemos podido saber que la ausencia de El Turronero (abajo, con su mujer) fue debida a que el empresario no quiso quitar protagonismo al funeral y a la familia. La prensa que había acudido para cubrir el acto le habría preguntado por todo el apoyo que le había brindado a Jesús Quintero a lo largo de los últimos años, tan difíciles económicamente para quien lo había tenido todo.

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La factura del covid
José Luis López visitó a Quintero hace solo dos semanas en la residencia y lo encontró "cabizbajo y silencioso", estaba ya "muy delicado", hasta el punto de que "apenas reconocía a quien le visitaba". El covid que había padecido y la neumonía que no acabó de curarse habían mermado mucho su salud y acabaron afectando al corazón. Parece que finalmente su vida se apagó sin sufrir. El ayuntamiento de San Juan de El Puerto ha anunciado que colocarán una placa en la calle Placentines con el nombre de su vecino más ilustre.

El archivo de Jesús Quintero, El loco de la colina, será conservado en el mismo centro cultural en el que ha sido despedido, y divulgado a través de la Factoría Jesús Quintero, un proyecto en el que estaba trabajando y que seguirá adelante de la mano de su familia y el Ayuntamiento.
Quintero era Hijo predilecto de San Juan de El Puerto y medalla de la provincia. El periodista siempre se sintió muy apegado a su tierra, donde dio sus primeros pasos como profesional de la comunicación. Desde sus inicios en Radio Huelva y a pesar de vivir muchos años fuera de ella, Quintero siempre volvió a su tierra, donde descansa para siempre.