Los afines a Rocío Carrasco se empeñan en separarlas y asegurar que su relación es mala, pero la verdad es que Rocío Flores y Olga Moreno se han llevado y se llevan de maravilla. Aunque algunos se han empeñado en hacer ver que Rocío se ha enterado por la prensa de que Olga y Agustín Etienne, representante de ambas, viven un 'quelque chose' con derecho a rozadura (como adelantamos hace dos meses), esto no es así.

"Rocío Flores ya lo sabía. Fue la primera en enterarse. Se lo dijeron ellos cuando vieron que esto iba para adelante y estuvieron seguros de que no era un calentón y punto", nos aseguran fuentes cercanas a Antonio David Flores. Lo mejor era que Rocío lo supiera por ellos y que no se enterara por terceros, aunque ya lo había leído en Informalia. Ninguno de los dos se fía de su entorno y la prensa siempre está detrás de ellos.

Según nos cuentan "alucinó. Ella les veía superbien, con una complicidad tremenda, pero nunca se imaginó que terminarían juntos".

De hecho, en el fondo, a Rocío no le gusta que sean novios. No por ellos, por los que "se alegra mucho", sin duda porque adora a ambos, sino porque "ve la situación de película: su padre se lía con su mejor amiga y ahora su madrastra, con su representante. Está algo cabreada con el mundo. No entiende que con todas las personas que hay en la tierra, las parejas de su padre y Olga, dos personas que quiere con locura, tengan que estar vinculadas a ella. Lo que no quiere, bajo ningún concepto, porque le horroriza, es tener que dar explicaciones". Se ve prefiere por el momento poner un poco de distancia con este asunto.

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En la entrevista que ha concedido la ex de Antonio David a la revista Semana no se menciona a Rocío Flores. Olga no quiso. La situación no es propicia. Sabe que no están las cosas para que hable de ella en una revista. "Se lo reprocharía seguro. Le diría que por qué tiene que hablar de ella, que ella no tiene nada que ver con su relación. Que a ella la dejen en paz", nos aseguran.

Aun así, Rocío sabía que Olga iba a dar esta entrevista confirmando la relación con Etienne. Preferían que no hubiera malentendidos como sucedió con la primera exclusiva de Olga, que Rocío no sabía nada y se enfadó muchísimo. De hecho, se tiraron un buen tiempo sin hablarse. Después, Olga y ella recuperaron la confianza que siempre han tenido y han pasado mucho tiempo juntas.

Ahora, sin llegar a ese extremo, Rocío está tensa con Olga pero no es por culpa de la sevillana, a la que considera una segunda madre, es por culpa de la situación. Rocío no soporta ver a su madre en televisión destrozando a su familia y eso hace que todo su universo esté torcido. Llevan muchos años sin hablarse pero para ella sigue siendo un problema sin resolver. No sabe o no quiere pasar página y eso es un problema en su día a día. Tanto que incluso está dispuesta a perder su silla en El programa de Ana Rosa, de donde no ha sido despedida, por no querer tratar el tema. De ahí que las negociaciones se hayan estancado. Ella no está dispuesta a hablar de su madre y la dirección del programa no la quiere si no lo hace.

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