El último movimiento de la marquesa de Griñón da cuenta de la firmeza con la que afronta su ruptura con el que fuera su prometido hace solo una semana. Y es que si el "es imposible que volvamos" de Tamara Falcó ante decenas de medios de comunicación el martes no fue suficientemente claro, la hija de Isabel Preysler ha cambiado su número de teléfono. Solo unas horas antes de apagar el antiguo para siempre, dejaba de seguir en redes sociales a la madre y la hermana de Iñigo Onieva.
Y es que Tamara no quiere saber nada de su ex ni de su entorno, al que considera cómplice de la traición y las mentiras del que iba a ser su marido. "Lo quiero lejos de mí y mi familia, no quiero que nos hagan más daño", ha dicho la influencer a José Antonio Avilés. La marquesa, además, pone tierra de por medio y se marcha a México este fin de semana para participar en un congreso católico sobre las familias.
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Hace unos días, la propia Carolina Molas, madre de Iñigo, trataba de aplacar los ánimos y acercarse públicamente a Tamara, asegurando que lo estaba pasando "muy mal" pero que no era la única: "Los dos están mal, cada uno de forma diferente, obviamente. Pero no es agradable para nadie". Este jueves, sin embargo, ha perdido los nervios y ha protagonizado un desencuentro con la prensa.
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