Mientras Pablo Motos se frota las manos esperando que Tamara Falcó no anule su participación en El Hormiguero para batir su récord de audiencia, las revistas se rifan una entrevista con posado de la marquesa de Griñón contando su drama con Íñigo Onieva. Fuentes del sector cifran en 60.000 euros el precio de la exclusiva que, por el momento, no ha sido concedida a ningún medio, de acuerdo con el entorno de la hija de Isabel Preysler.
El otro objetivo de las publicaciones especializadas es, lógicamente Íñigo Onieva, al que se le pagaría una cantidad inferior pero nada desdeñable: en torno a 40.000 euros, según expertos consultados.

Por el momento, los dos han cerrado filas de cara al público. Él no ha dado más declaraciones tras el comunicado en el que admitía la infidelidad y pedía disculpas a su novia, mientras que Tamara está recluida en Villa Meona, al abrigo de su madre, y no quiere salir de casa. De hecho, ha cancelado un compromiso laboral que tenía este próximo martes, la presentación de la inmobiliaria que ha construido su casa en el centro de Madrid y de la que ella es ahora embajadora. Según su entorno, no tiene fuerzas para sonreír en estos momentos ni tampoco para enfrentarse a las preguntas de los periodistas.
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Tamara está destrozada y necesita tiempo para recomponerse. Perdonar una infidelidad no entraba en sus planes, pero su círculo cercano afirma que está tan enamorada que no lo descartan. Quizás por eso la gente que más la quiere ha cerrado filas y marcado distancias con Onieva, que trata de comunicarse con ella sin éxito. La propia Isabel Preysler le ha pedido al empresario que deje de llamar a Tamara y que se mantenga alejado de ella.
