La boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva seguía en pie hasta la mañana de este sábado. Pero las alarmas han saltado cuando, esta tarde, la hija de Isabel Preysler ha borrado la foto con la que anunció su compromiso hace apenas dos días, el pasado jueves, 22 de septiembre.

Todo se nubló este viernes, cuando, un día después de confirmar que habría boda en 2023, salió a la luz un vídeo del joven empresario besándose con otra chica que no era la marquesa de Griñón.

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Hasta el momento, parecía que las explicaciones de Onieva habían surtido efecto y los planes continuaban su rumbo. Él aseguró que esas polémicas imágenes correspondían a un evento en el que acudió en 2019, no hace dos semanas como se había dicho.

En este sentido, Tamara confió en su chico y unas horas después salió de su casa junto a él en dirección a una boda a la que ya habían confirmado su asistencia. "Amo a Tamara con locura y esa boda va para adelante le pese a quien le pese. Nunca le he sido desleal a Tamara. Esas imágenes son antiguas. Los outfits del festival se repiten año tras año", dijo él al entrar en la finca donde se celebraba la boda. "¿Perdonarías una infidelidad?", le preguntaron a ella: "¿Pero estamos locos o qué?", contestó Tamara.

Parece que la hija de Carlos Falcó se ha arrepentido de estas palabras. Al salir de la boda, ambos tienen una conversación y ella se marcha "muy disgustada", según cuentan en Ya es verano. Además, Tamara lleva todo el día llorando en casa de su madre y no quiere hablar con Íñigo.

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