Muy emotiva ha sido la despedida de Roger Federer que se retira del tenis a los 41 años. El suizo jugó su último partido profesional este viernes, 23 de septiembre, en la Laver Cup. Y no podía haberlo hecho de otra manera que al lado de su gran amigo, Rafa Nadal, quien no pudo contener las lágrimas.

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A pesar de perder el encuentro de dobles contra los estadounidenses Jack Sock y Frances Tiafoe, el O2 Arena de Londres se rindió a los pies de la leyenda del tenis, que dice adiós con 20 títulos de Grand Slam en su palmarés.

"Ha sido maravilloso. Estoy feliz, no triste. He disfrutado de ponerme mis zapatillas una última vez... He tenido a mis amigos, a mi familia, a compañeros... Estoy contento de haber jugado el partido", dijo el suizo tras el partido.

"Nunca hubiera esperado todo esto. Yo solo quería jugar al tenis y este viaje lo haría de nuevo. Mi final ha sido como lo deseaba. Gracias a todo el mundo. Tenía miedo de lesionarme, pero he podido estar bien. Estar junto a Rafa y los demás miembros del equipo ha sido fantástico", añadió antes de romper a llorar.

Por su parte, Nadal se rindió en halagos a su amigo y aseguró que, con su retirada, una parte de su vida "también se va": "Ha sido un honor formar parte de este importante momento de la historia de nuestro deporte. Son muchos años compartiendo muchos momentos. Pero he disfrutado de ser un equipo con él. Lo hace más especial. Esta noche ha sido inolvidable", dijo el de Manacor para después anunciar que abandona la Laver Cup por "motivos personales".

Se cree que el tenista español volverá a Palma de Mallorca para estar con su mujer, Xisca Perelló, con la que espera su primer hijo y lleva unos días ingresada para monitorear que el embarazo marche bien en su etapa final. La llegada de su bebé es lo más importante para ambos en estos momentos.

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