Su mejor sonrisa y todo el protagonismo para la actriz y directora Olivia Wilde en San Sebastián. La realizadora ha aterrizado en el photocall del festival para presentar su película Don't Worry Darling (fuera de concurso). Iba sola, sin su chico, Harry Styles, y sin su gran enemiga, Florence Pugh. Ninguno de los dos protas de la cinta tiene previsto asistir.
El mal rollo de Olivia Wilde y Florence Pugh (evitaron el contacto visual delante de las cámaras durante 4 minutos) dejó mal sabor de boca en el Festival de Venecia. Los rumores de la poca simpatía que se tienen incluso cobraron más fuerza. La relación de la primera con Harry Styles, surgida en pleno rodaje de Don't Worry Darling, no hizo más que empeorar las cosas.

En este contexto, Wilde se ha dejado caer este viernes 16 en Donosti y ha posado ante las cámaras mostrando su mejor versión. Con una sonrisa dulce y su imagen más natural: cero maquillaje, pelo al viento y camiseta blanca. Ha completado el conjunto con unos boyfriend jeans, americana oversize y zapatillas amarillas. Como complemento, unas gafas de sol.