Ana María Aldón tiene varios frentes abiertos. Además de los problemas de su matrimonio con Ortega Cano, que pende de un hilo, y la entrevista de su hija Gema, que la ha puesto en aprietos con el torero, la gaditana suma un rifirrafe con el programa en el que trabaja, Ya es verano.
Según ha podido saber Informalia, Ana María se ha quejado enérgicamente a sus jefes porque, según ella, no se está cumpliendo lo que acordaron en las negociaciones de su contrato. Tanto su representante como ella tenían claro que en el plató de Verónica Dulanto tendría que hablar de sus problemas con Ortega pero de ahí a estar todos los domingos enfrentándose a una entrevista, no le parece bien.
Fundamentalmente porque lo que acordaron fue una entrevista el primer día, el 21 de agosto, y después que ejercería como una contertulia más en la sección de corazón. Su caché es el más alto de la sección: nos dicen que Ana ingresa por tarde unos mil euros, cantidad que dista mucho del caché de sus compañeros de sofá. Pero aun así ella no está contenta porque considera que si estas entrevistas las hubiera vendido a una revista, hubiera logrado ingresar muchísimo más.
La sanluqueña ya pudo comprobarlo esta primavera cuando concedió su primera entrevista a Lecturas. Fue en marzo, y solo tres meses después, dio la segunda. Por aquellas entrevistas se pudo embolsar alrededor de 50.000 euros, una cifra muy significativa para ella, que ya veía la necesidad de encontrar una salida profesional solvente que le solucionara la vida en caso de separación. De aquello han pasado muchos meses y Ana María sigue con su intención de seguir haciendo caja. Quiere, como contó ella misma, una casa en propiedad que cada día está más cerca.
De hecho, también ha aceptado participar en los debates de Pesadilla en el paraíso, donde tendrá que hablar de su hijastra, Gloria Camila, que es una de las concursantes. Y no será lo único que haga. Ana María y su representante estudian varias ofertas de televisión que no descartan en absoluto y que pondrían a la familia de su marido, en el centro de la diana informativa. "¿Un documental como Rocío Carrasco?", preguntamos. Quizás, nos responden.
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