Era uno de los regresos más esperados al plató de Sálvame Diario. Después de que a finales de abril se rompiera la tibia y el peroné en directo, la princesa del pueblo ha regresado a su programa de las tardes. Los primeros días, eso sí, tendrá que dar una serie de vueltas cada hora al plató para favorecer a su recuperación.
Belén Esteban ha asegurado que "todo" está "bien". No obstante, es realista: "Yo corriendo no voy a salir... Advierto". La tertuliana también ha hablado de algunos colaboradores que han sido noticia estos días, como Rafa Mora y Miguel Frigenti. También ha opinado sobre posibles nuevos fichajes del programa, ya que en la tarde de este lunes desvelarán qué nuevo colaborador entra a la plantilla.
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Adela González le ha puesto sobre la mesa los nombres de algunas 'enemigas' como Olvido Hormigos, que este fin de semana dio una entrevista en el Deluxe, y de Sofía Suescun, que en 2019 provocó en redes sociales a Belén. La hija de Maite Galdeano aludió entonces a un problema que la Esteban tuvo hace años.

En este sentido, Belén ha dicho: "Hay cosas que saben aquí y no voy a entrar en nada de eso. Saben lo que opino, pero si tiene que venir hay cosas que... Lo tengo claro". Después, y por primera vez tan claro, ha confesado que fue drogadicta: "Yo lo tengo claro. Y tengo que decir que he sido drogadicta hace catorce años. Soy una mujer nueva y renovada".
La ex de Jesulín de Ubrique está orgullosa de su evolución: "Yo vivo en un adosado con escalera, pero si viviera en una charca es mi problema, porque lo menos tengo algo y nadie sabe lo que tengo. Pero estoy muy feliz con los años que llevo trabajando. Puedo ir con la cabeza alta, ni he robado, ni matado, lo que tengo es mío y de mi hija. y que sigan comprando gazpacho que está muy buen", ha sentenciado.
La adicción de Belén a las drogas
"Estoy limpia por dentro y por fuera", reconoció en 2013 en el Deluxe, cuando regresó a televisión tras un tiempo apartada por sus problemas. En Ambiciones y reflexiones, su autobiografía, contó: "Me pasaba el día tumbada en un sillón sin ganas de nada, cada vez que me metía una raya pensaba en mi padre, en lo que me diría".
Belén ha hablado muchas veces públicamente de su "problema", de "cuando me pasó aquello", pero hasta pasado bastante tiempo le ha costado pronunciar términos como "cocaína", "droga" o "dependencia".
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Un día del año 2014, su situación era tan penosa que algunas personas cercanas consideraron que se trataba de un tema a vida o muerte y que había que hacer algo de inmediato, ya que su familia y los responsables de los programas donde trabajaba no veían la gravedad de la situación o miraban para otro lado. Sólo sus mejores amigas, Mariví y Tina, eran conscientes de la magnitud del problema.

Por fin, en la consulta de un psiquiatra especializado en drogodependencia, se reunieron la propia Belén, Toño Sanchís, su representante y entonces amigo, la madre y el hermano de la Esteban y los responsables de la productora para la que trabajaba.
El médico había asegurado que el tratamiento debía hacerse en bloque y había advertido: "Tiene que estar su gente más cercana. Unos para ayudarla de cerca. Otros, para que la dejen tranquila. Cada uno de ellos es indispensable", concluyó el doctor, al término de la reunión que duró alrededor de dos horas y en la que todos intervinieron.
Y la terapia se puso en marcha. Belén Esteban dejó la televisión, decidida a salir de su pesadilla y a empezar una dura batalla contra sí misma. Los siguientes meses no fueron fáciles, al contrario. Pero acabó consiguiéndolo. En 2015 volvió por la puerta grande y fue la ganadora de Gran Hermano VIP 3. Su ex marido, Fran Álvarez, con quien estuvo casada entre 2008 y 2012, falleció a los 43 años en febrero de 2020. Su cuerpo fue hallado sin vida en su domicilio de Madrid.