La pedida de mano de Íñigo Onieva a Tamara Falcó ha marcado su segundo aniversario de novios. Recientemente, el diseñador de coches madrileño ha hincado rodilla en El Rincón, el palacio del desaparecido Carlos Falcó donde pasó sus últimos años de vida con Esther Doña.
Desvelan en ABC que el madrileño ha dado el paso definitivo. Un paso que pone muy contenta a Tamara Falcó, ferviente mujer religiosa que siempre ha tenido en mente una boda de ensueño y que, por fin, parece haber encontrado a su príncipe azul. Esperemos que no se convierta en rana.
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Tanto el entorno de Tamara como el de Íñigo ya conocerían los planes de ambos, que tendrían pensado darse el 'sí, quiero' el próximo verano. Según cuenta la periodista Pilar Vidal, tanto la familia de la marquesa de Griñón como la de Onieva han recibido con ilusión esta noticia.

Felicidad en el amor y también en lo profesional. Tamara estrenó con éxito su reality en Netflix. Ha recibido las críticas positivas de los que se han echado unas risas con sus ocurrencias, y las negativas de los que consideran que se trata un programa superficial y banal.
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Sea como sea, ella está orgullosa del resultado y también de otra aventura empresarial que está en camino. Está reformando El Rincón para abrir un restaurante de lujo con su nuevo amigo del alma, Juan Avellaneda. Un trabajo en el que también cuenta con el apoyo de su chico, experto en ocio y hostelería.