En medio de la tensión que viven Shakira y Piqué, a punto de discutir de nuevo sus distintas propuestas sobre la custodia de sus hijos Sasha y Milan, la rutina de los niños se impone por encima de sus diferencias.

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Este jueves, el central del Barça pasó por la puerta de la casa de a recoger a los pequeños y llevarlo al colegio. Eso significa que, independientemente de lo que ocurra con esa complicada negociación, los niños siguen escolarizados en Barcelona y ahí seguirán, como desea su padre.

La estrella del Fútbol Club Barcelona ya no esconde su amor por la joven Clara Chía, de 23 años, a la que conoció hace más de un año como trabajadora de su empresa y con la que vive abiertamente un apasionado romance. Clara vive ya en el piso del azulgrana en un barrio elegante de Barcelona, demostrando que mantienen una relación muy consolidada.

Su padre, abogado y su madre, administrativa, conocen no solo a Piqué, sino también a los padres del jugador, con los que tiene una magnífica relación. Además, son entusiastas y fervientes seguidores del Barça. El padre de Clara les visita a menudo y permanece en el domicilio que comparten Gerard y su hija, con una familiaridad que confirma la solidez de la relación.

La pasada semana, un productor musical cercano a Shakira la visitó durante unas horas en su casa. Todo indica que, a pesar de su bajo estado de ánimo, la artista colombiana no descuida su carrera.

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