Es el documento que faltaba para entender algunas de las cuestiones más truculentas del todavía matrimonio y ha salido a la luz este viernes. Lo ha hecho, precisamente, José Antonio Avilés, el que fuera compañero de Ana María Aldón en el programa Viva la vida. Se trata del contrato matrimonial que firmaron la diseñadora y Ortega Cano el día de su boda y que deja al descubierto algunas de las mentiras que han contado ambos a lo largo de estos años.
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En primer lugar, el régimen en el que se convirtieron en marido y mujer. Ella siempre ha contado que lo hicieron en separación de bienes, y así se refleja en las capitulaciones que han visto la luz ahora. Sin embargo, estas se firmaron en septiembre de 2018 (cuando se casaron) pero se registraron el 21 enero de 2021, justamente un mes después de que Ana María comenzara a trabajar como tertuliana en Mediaset. Es decir, hasta la fecha de registro, el régimen que se aplica al matrimonio en caso de divorcio es el de bienes gananciales, que se utiliza por defecto a no ser que se registre lo contrario. Esta condición, obviamente, beneficia a la ex frutera.

Pero hay más. En dichas capitulaciones se recoge un apartado en el que se explica cómo dar a conocer la disolución del matrimonio en el caso de que sea necesario. Aquí, tanto Ortega Cano como Ana María Aldón firmaron que el comunicado de una supuesta separación debe ser de común acuerdo, por lo que si uno de los dos no quiere hacerlo público, el otro debe respetarlo y guardar silencio. De lo contrario, existe una penalización económica para aquel cónyuge que no respete este pacto. Un punto que explicaría por qué Ana María no confirma lo evidente, ni en su programa ni vía exclusiva si quiera.
