La madre de Terelu y Carmen Borrego ha organizado este jueves una reunión en su casa madrileña con comilona incluida. Entre los invitados, algunas de las caras más conocidas de la televisión, como Fidel Albiac y Rocío Carrasco, señalada en las últimas semanas por un supuesto distanciamiento de la familia Campos. Unos rumores que ha zanjado al salir muy sonriente de la casa de la comunicadora: "Todo muy bien", ha dicho a los reporteros.
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Sin embargo, la verdadera sorpresa de la jornada la han dado los otros dos invitados de María Teresa Campos: Kiko Hernández y Alejandra Rubio, su nieta. ¿La razón? Hace meses que el tertuliano y la instagramer se lanzan cuchillos a través de sus diferentes programas e incluso en redes sociales. El último fue el pasado viernes, cuando Alejandra manifestó en el Deluxe que Kiko tenía "poca vergüenza" por mantener la amistad con su abuela al tiempo que humillaba a su madre y a su tía en televisión. "Nos ha hecho mucho daño. Tú crees que es tu amigo, pero no lo es", le dijo Terelu.

Parece que María Teresa se ha cansado de que dos de las personas más importantes de su vida se tiren los trastos a la cabeza de manera pública y los ha citado en su casa para calmar los ánimos. Ellos, desde luego, no han soltado prenda a la salida de la casa: "Yo vengo mucho a ver a mi abuela", ha dicho Alejandra. "Está muy bien".
