A la matriarca de las Campos no le gustaron nada las declaraciones de su nieta Alejandra sobre la relación que mantiene su abuela con el tertuliano Kiko Hernández. María Teresa y el colaborador de Sálvame mantienen una buena relación, e incluso le invita a comer en su casa de vez en cuando, algo que la hija de Terelu no entiende.
"Conozco a este señor mejor que mi abuela, si ellos quieren ser amigos me parece fenomenal, pero yo no quiero a un señor como ese a mi lado, no me aporta nada. Creo que nos ha hecho mucho daño. No me parece bien que una persona que tira por tierra a mi madre, a mi tía y a mí vaya a comer con mi abuela", dice Alejandra.
Pero la matriarca sigue firme en sus decisiones y no tiene la menor intención de romper su amistad con Kiko. Prioriza esa relación por encima de la opinión de su nieta, y quizá no quiere ver cómo Hernández se ríe de su hija Carmen Borrego en Sálvame. Ni tampoco parece enfadarse cuando se cachondea de ella llamándola Pototi y Potota. O al ver criticar a su misma nieta gratuitamente.
Es más, a la comunicadora octogenaria le molesta que Alejandra le recomiende que rompa su amistad con el polémico Kiko, al que aprecia mucho, a pesar de los pesares. Maria Teresa vive encerrada en su mundo: "Está muy baja de ánimo, y muy decepcionada con Mediaset por no darle la oportunidad de despedirse definitivamente de la audiencia con un programa a su medida", nos comenta una amiga de la abuela de Alejandra.
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