La hija de Rocío Jurado ha desvelado nuevos secretos familiares en la última entrega del documental En el nombre de Rocío. Entre ellos, las veces que Ortega Cano expulsó a la cantante de la finca Yerbabuena en la que contrajeron matrimonio: "En varias ocasiones la echan de allí. Eso fue estando yo presente, así que imagínate la de veces que habría ocurrido".

Rocío Carrasco relata: "Mi madre me llamó un día a las tres de la mañana para que fuéramos a recogerla. Cuando llegué me la encontré en las escaleras de la finca con dos maletas sentada en un escalón. 'Me ha dicho que me vaya', me dijo... Él sabe perfectamente que no se portó como se tenía que portar. Fue un perro. Bueno, no, por respeto a los perros, fue muy mala persona y tiene que vivir con eso".

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Además, la ex de Antonio David Flores ha desvelado todos los detalles del testamento de Rocío Jurado, al que le atribuye el comienzo de la ruptura familiar: "Mis tíos no están satisfechos con las valoraciones. No están satisfechos con la albacea. Si por ellos hubiese sido, yo no hubiese recibido nada de mi madre. No soportan que me nombre heredera universal. Gloria no lo puede soportar", cuenta. "A José Ortega Cano le corresponde la legítima y el usufructo sobre los derechos y participación de la testadora en la ganadería Yerbabuena. Lega a su hermana Gloria los derechos y participaciones que le corresponden en el chalet Mi abuela Rocío, sito en Chipiona. Lega a su hermano Amador y a sus cuatro hijos matrimoniales, por quintas partes e iguales, las participaciones que corresponden a la testadora en una nave industrial de San Sebastián de los Reyes, en Madrid. Lega a sus hermanos Gloria y Amador por iguales partes los derechos y participaciones de la finca de Los naranjos. Lega a su ahijado Fernando los derechos de una nave industrial sita en el polígono El Nogal. Lega a Juan de la Rosa las participaciones de una sociedad que le dan derecho a un apartamento dúplex en Chipiona", explica.

En cuanto a los tres hijos de Jurado, la cosa queda así: "Le concedió a Gloria Camila y José Fernando la legítima y una cuarta parte del valor de venta de La Moraleja y a mí me nombra heredera universal. Eso quiere decir que todo lo que haya que no aparezca en este documento es para mí. Me hice cargo de todas las hipotecas y las deudas, también de todos los gastos de Houston, unos 400.000 euros". Y añade: "Les molestó saber que en ese testamento no hay lo que ellos piensan que hay. Había un testamento previo, que ellos sí conocían, y en el que mi madre nombraba a Gloria administradora de todos los bienes. Lo hizo cuando yo estaba con el 'ser', para asegurarse de que él no tocaba nada. De alguna manera me desheredaba. Eso es lo que ellos esperaban encontrar".

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