El capítulo documental de En el nombre de Rocío sobre el torero José Ortega Cano sigue dando de qué hablar. La hija de La más grande ajustó cuentas con su padrastro y lo acusó de no haber estado a la altura durante la enfermedad de Rocío Jurado. Carrasco desveló que el diestro ya tenía problemas con el alcohol cuando viajaron a Houston y que allí se comportó de manera errática y distante. Sin embargo, unas imágenes podrían poner en duda este relato.
Las ha publicado el paparazzo Diego Arrabal. En ellas aparece Ortega Cano cogido a una reja a las puertas del hospital donde su mujer se debatía entre la vida y la muerte. Apenado, hundido y con un rosario en la mano. El propio Arrabal, autor de las fotografías, afirma que la imagen habla por sí sola y que es la misma que veían un día tras otro todos los medios que se trasladaron para cubrir la lucha contra el cáncer de la cantante. "José estaba roto. Agarrado a una verja, mirando al infinito. Es una imagen muy dura, estremecedora".
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Arrabal desmiente así la historia de Rocío Carrasco, que insinuaba que el estado de Ortega Cano no se debía precisamente a la pena por su madre: "Estas imágenes se realizan por la mañana, después de pasar el médico, y no después de haber estado en un bar ni mucho menos. Él estaba destrozado. Se paseaba por el hospital ausente. Estaba triste por su mujer al ver que cada día tenía menos fuerza y la familia estaba más dividida".
