A sus 44 espléndidos años, la vicealcaldesa madrileña es una de esas heroínas que combinan un trabajo muy absorbente con la maternidad. Pero Begoña Villacís no renuncia al descanso y las vacaciones y siempre saca unos días para regresar a Ibiza. Eso sí, ni rastro de su novio, el periodista Rubén Amón.
La política reflexionará junto al mar sobre su futuro a bordo de Ciudadanos o plantearse otro camino en el caso de que el partido que pilota su amiga y jefa Inés Arrimadas se funda con el PP o cambie de nombre. Pero mientras llegan esas decisiones, lo mejor es descansar en familia y con amigos, que es lo que ha hecho la número dos del ayuntamiento madrileño.
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Villacís ha cambiado el asfalto de la capital por la arena, el salitres y la brisa de Ibiza, donde lleva varios días, a juzgar por el bronceado que luce y que realza su estilizada figura, propia de una runner experimentada como ella.


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Begoña lo pasa en grande con las niñas: la pequeña Inés, nacida en mayo de 2019, Paula, de 16 años y Jimena de 13. Todas son fruto de su matrimonio con el abogado Antonio Suárez-Valdés, de quien se separó hace dos años.



Begoña goza sobre todo de la compañía de sus hijas, con las que ha sido vista en el famoso chiringuito de El Mechero donde, según adelantaba El Confidencial, ha estado saboreando los manjares de la cocina mediterránea. Begoña, igual que hizo el año pasado, como se ve en las imágenes que hemos recuperado, alquiló un barquito con patrón para visitar algunas de las calas próximas y disfrutar del paseo junto a sus amigas y sus hijas.