El último desplante del torero a su primogénita ha despertado todos los demonios de Belén Esteban, que está hecha una furia con el padre de su hija. No es para menos. Andrea se graduó en la universidad hace apenas dos semanas y pidió a Jesulín que asistiera al acto, pero él declinó la invitación. "Qué indeseable y qué mezquino", ha dicho la de Paracuellos a su entorno, según La Razón.
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Jesulín le dijo a Andrea que tenía que ayudar a su mujer, María José Campanario, con el cuidado del pequeño Hugo, nacido a principios de junio, una excusa que no es suficiente para Belén Esteban. La princesa del pueblo esperaba que, esta vez, el padre estuviera presente en uno de los días más importantes de su hija, con la que ha reconectado en los últimos meses, pero ha vuelto a llevarse un gran chasco al comprobar que pocas cosas han cambiado en realidad.

La relación entre Jesulín y Andrea se estrechó gracias a Julia (Juls, para los amigos), que decidió mudarse para estudiar en Madrid hace ya más de un año. Las hermanas siempre han tenido una buena amistad y fue ella la que propició el encuentro familiar en una de las visitas de su padre a la capital. No fue el único y la comunicación entre el torero y su primogénita fluyó hasta el punto de que Andrea se desplazó hasta Arcos de la Frontera para conocer al pequeño Hugo y reencontrarse con María José y su hermano Jesús, a los que no veía desde hacía años.