Tras pasar unos días juntos en Mallorca, la marquesa de Griñón y su novio ingeniero separaron sus vacaciones para dedicarse a sus particulares y dispares pasiones: ella, la oración; él, los amigos. Tamara Falcó ha viajado a Serbia en un peregrinaje religioso para rezarle a la Gospa (Virgen), mientras que Iñigo Onieva ha recorrido algunos de los rincones más turísticos y paradisíacos de Turquía.
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Y es que ni si quiera el amor y los planes apetecibles y divertidos consiguen distanciar a la hija de Isabel Preysler de su fervor religioso. Ella lo alimenta con los amigos que conoció en la Macrofiesta del Rosario: "Han sido unos días maravillosos en Youth Festival in Megugorje de la mano de la Gospa (La Virgen en serbio). He llorado, reído, cantado y evidentemente rezado. Para todos los que estéis leyendo esto es que La Virgen os está invitando a venir… es así como funciona. Yo he tenido la suerte de que mi amiga Clara y mis súper amigos de la Macrofiesta del Rosario me han incluido en su peregrinación", ha contado Tamara en sus redes sociales.
Iñigo, por su parte, ha viajado a Turquía acompañado de un grupo de amigos y disfruta de las delicias de la tierra entre buenos restaurantes, encantadoras calas y yates con motos de agua, una de las actividades favoritas del empresario durante el verano. Eso sí, ha sacado un minuto para ver el post de su chica y mandarle un romántico mensaje: "Miss u" ("Te echo de menos").

