Fuentes del entorno de Cristina Mariño, hija del diseñador Roberto Verino, han informado de su fallecimiento este domingo después de luchar en los últimos meses contra una enfermedad.
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La empresaria, de 52 años, estaba llamada a continuar el legado que había dejado su padre. En 2021, fue nombrada directora de marca, aunque Verino seguía ejerciendo como el responsable creativo.
Hace unos meses, Mariño recordaba en una entrevista con La Voz que siempre quiso hacer parte de la empresa de su padre: "Sabía que yo quería estar aquí. Tampoco había escuelas de diseño, así que él fue orientándome hasta llegar aquí".
La hija del diseñador deja un gran vacío. En marzo, cuando Verino cumplió 40 años en la moda, habló del paso de cederle es testigo a su hija. "Además de dar el refuerzo de la continuidad desde el punto de vista empresarial, me van a permitir que me dedique al trabajo de la imagen y diseño, que voy a seguir manteniendo", contó el empresario (Verín, Orense, 1945), quien detallaba que Cristina llevaba junto a él desde que terminó la universidad.
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