Su vida ha dado un giro de 180 grados. Su ánimo es otro y su actitud también. Ahora Isabel Pantoja vuelve a sentirse segura y con la fuerza suficiente para salir de Cantora e iniciar una nueva vida con las cuentas claras. Sus conciertos recientes en Chile y Argentina y el premio el día del Orgullo, donde recibió el cariño de su público, le han sacado del letargo en el que se había instalado y empieza a querer trabajar.
Según se ha contado estos días, la tonadillera viajará en noviembre a América donde tiene acordados, que no cerrados, una serie de conciertos: Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Houston, Miami y Puerto Rico. El caché es elevado y lo gestiona su hermano Agustín. Pero Isabel tiene sobre la mesa desde hace tiempo otro proyecto que le reportaría mucho más dinero. Se trata de una serie sobre su vida para Netflix. La plataforma está muy interesada en que este documental salga adelante, pero las negociaciones no son fáciles. Por un lado, Agustín sigue siendo su mano derecha y, aunque es la cantante la que tiene la última palabra, cuando él se mete por medio, todo es más complicado.

Por si esto fuera poco, Pantoja no solo quiere cobrar mucho, también exige obviar capítulos de su vida que son fundamentales para enganchar a la audiencia, como hacer un repaso exhaustivo a sus amores y, por supuesto, hablar de su paso por la cárcel. Y es aquí donde, hasta el momento, las negociaciones están estancadas. La plataforma ve esos capítulos imprescindibles, e Isabel no está de acuerdo.

Esta no es la primera vez que le ponen un proyecto así de interesante sobre la mesa, pero hasta ahora las negociaciones no habían avanzado tanto. Aunque con Isabel nunca se sabe.
Netflix ya contó con Isabel Pantoja
De llevarse a cabo, el caché sería lo suficientemente elevado como para resolver muchos de sus problemas económicos e instalarse en Madrid buscando una nueva vida. Cantora, que es una gran carga, está a punto de venderla y con estos ingresos podría empezar a vivir como la estrella que es. Los problemas con su hijo ya son otro cantar. Nunca ha querido dar su brazo a torcer y, tras los últimos acontecimientos, menos.

Netflix ya contó con Isabel Pantoja cuando hace tres años fichó a la tonadillera para poner música a Paquita Salas. "¡Ay, Paquita!" entonaba la sevillana en la cabecera de la tercera temporada de la creación de Javier Calvo y Javier Ambrosi. La madre de Kiko Rivera ponía su voz en una nueva versión de la canción principal de la serie, que contaba con los arreglos musicales del compositor y director de orquesta Luis Cobos. Pantoja tomó así el relevo de otros cantantes como Alberto Jiménez (Miss Caffeina), Rosalía para la segunda o Sergio Dalma.