Unas jornadas después de presidir su primera junta de accionistas en un día simbólico para Inditex, Marta Ortega se dejaba ver en Casas Novas, su centro de hípica que albergó el pasado fin de semana el concurso de saltos Longines. Todo a punto para que la presidenta del gigante del textil gallego ponga rumbo a Portofino, donde está previsto que arribe su barco, Drizzle, procedente de Mónaco, según El Confidencial.

Vestida con un modelo blanco minimal de Zara, Marta Ortega hizo historia el pasado 12 de julio al ejercer de presidenta del gigante textil Inditex en su primera junta de accionistas en Arteixo (A Coruña). Marta, que fue nombrada en abril, tuvo unas emotivas palabras para su padre, Amancio Ortega: "Sentimos un profundo respeto y admiración por quiénes han hecho Inditex lo que es hoy, pero en especial al señor Ortega por su visión, su tesón y su dedicación absoluta y por el cariño que demuestra cada día a la compañía". Su madre, Flora Pérez, que estaba presente, no pudo evitar las lágrimas al escuchar a su hija hablar como presidenta.
Después del trabajo, llegó el ocio y la presidenta de la compañía estuvo en Casas Novas con su padre, Amancio. Ahora Marta ultima sus preparativos para poner rumbo a Portofino, el idílico pueblo pesquero de la riviera italiana, al sudeste de Génova, donde está previsto que arribe su barco.


El Drizzle, que aúna los estilos clásico y moderno, es un navío de tres cubiertas que tiene 68,77 metros de eslora; 11,2 de manga, 9 cabinas para la tripulación y siete camarotes con capacidad para 12 pasajeros. El barco cuenta con una terraza abierta con tres áreas de descanso, un gimnasio, un comedor formal en el salón principal; un comedor informal en la popa del puente; y otro al aire libre en la cubierta principal. La tripulación cuenta con un comedor y un área recreativa.