La nueva presidenta del gigante textil ha comparecido este martes en su primera junta de accionistas desde que fuera nombrada el pasado mes de abril. Marta Ortega ha aprovechado la ocasión para dedicar unas emotivas palabras a su padre, Amancio Ortega: "Sentimos un profundo respeto y admiración por quiénes han hecho Inditex lo que es hoy, pero en especial al señor Ortega por su visión, su tesón y su dedicación absoluta y por el cariño que demuestra cada día a la compañía".

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Vestida con un sencillo modelo blanco de Zara, como es habitual en ella, ha reafirmado su compromiso con la compañía que fundó su padre en 1985: "Inditex es el lugar donde he crecido personal y profesionalmente, donde siempre he querido estar. Es la fuente de los valores que comparto y el proyecto al que le seguiré dedicando todo mi esfuerzo", ha dicho. Marta ha contado en esta intervención con un testigo de excepción: su madre, Flora Pérez, que no ha podido evitar las lágrimas con la primera intervención de su hija como presidenta.

El grupo atraviesa un momento dulce, pues cerró el ejercicio 2021 con 9.359 millones de euros, casi un 24% más que el año anterior. Este martes anunciaron varios proyectos en los que trabajan, como su participación Circ, una start-up de Virginia (EE UU) dedicada a la generación de fibras sostenibles y que cuenta con Breakthrough Energy Ventures, grupo fundado por Bill Gates, como principal inversor. Anunciaron también una inversión interna de más de mil millones de euros para renovar tiendas y procesos logísticos y han presentado nueva web y nuevo logo.

A sus 38 años, Marta Ortega ha logrado cumplir su sueño de liderar Inditex, un puesto para el que se ha preparado a conciencia durante toda su vida: estudió Bachillerato en Suiza, Empresariales en la Escuela de Negocios de Londres y empezó a trabajar como dependienta en una de las tiendas de Zara en Chelsea, pasando después por varios departamentos. En lo personal también vive un gran momento: divorciada del jinete Sergio Álvarez, con el que tuvo a su primer hijo, está felizmente casada con el diseñador Carlos Torretta, con quien fue madre por segunda vez en 2018 de una niña llamada Matilda.

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