Isabel Preysler no tardó en desmentir una noticia que nunca se dio: que había crisis y distanciamiento en su noviazgo con Mario Vargas Llosa. Simplemente se comentó, tras un exhaustivo seguimiento de diez días de paparazzis, que el escritor estaba instalado en su piso del centro de Madrid y no en Villa Meona.

Un día después de la publicación de las fotos, el Premio Nobel de Literatura sale y entra con total normalidad de la casa de su novia, tratando de frenar la tormenta mediática.

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Este jueves ha salido de la mansión de Puerta del Hierro, donde vive con la reina de corazones desde prácticamente los inicios de su relación hace ya siete años, para caminar.

Una practica rutinaria que le gusta hacer a primera hora de la mañana y que también ha hecho estos días atrás, cuando se le ha visto entrar y salir de la morada madrileña donde antes vivió con su segunda esposa y la madre de sus tres hijos, Patricia. "Mil gracias pero no. No, no, fotos no por favor", ha pedido a los medios presentes. 

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La revista amiga de Isabel Preysler aseguró, tras ponerse en contacto con la madre de Tamara Falcó, que el peruano visitaba su casa del centro porque allí tiene libros preciados y también, para reunirse con sus hijos cuando estos están en España. ¿Por qué Morgana, Álvaro y Gonzalo no visitan Villa Meona y es su padre quién se desplaza hasta el centro sin su novia? ¿Problemas entre la filipina y los hijos de su novio?

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