Malas noticias para el futbolista portugués, que está de vacaciones familiares en Mallorca. El coche estrella de su flota privada, un Bugatti Veyron, ha terminado este lunes empotrado en una caseta de la urbanización residencial en la que se alojan (Sa Coma, en Bunyola). Lo conducía uno de los empleados que, por suerte, no ha sufrido daños. Del coche de Cristiano Ronaldo, valorado en dos millones de euros, no pueden decir lo mismo.
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Y podía haber sido peor, pues la caseta contra la que se estrelló, situada en la puerta de una casa de campo, contenía varias bombonas de butano que, afortunadamente, no estallaron.
El Bugatti de Cristiano Ronaldo se estrella contra una casa
— SocialDrive (@SocialDrive_es) June 20, 2022
Se investiga quién era el conductor
Bunyola, Mallorca pic.twitter.com/K6Rn3zhLDu
Cristiano y su familia aterrizaron hace unos días en Mallorca para disfrutar de unas merecidas vacaciones. Lo hicieron con todos sus hijos, Junior, Mateo, Eva, Alana y la pequeña Bella Esmeralda. Precisamente el domingo celebraron el cumpleaños del mayor. El futbolista ordenó que trasladaran, junto con todo el equipaje, dos de sus coches para poder recorrer la isla. El Bugatti era uno.
Cristiano compró el coche tras conquistar la Eurocopa de Francia, en julio de 2016, y presumió de él en redes sociales: "Llegó el animal", escribió en Instagram junto a la imagen del vehículo en la puerta de su vivienda. El cochazo es una versión descapotable del SuperSport, un deportivo que ya no se fabrica, por lo que la exclusividad de adquirirlo es máxima, al igual que la dificultad. Así, su valor se establece entre los 2,5 millones euros y los 8 millones euros, según las personalizaciones que posea. cuenta con más de mil caballos de fuerza, alcanza velocidades máximas de 400 km/h y tiene la capacidad de acelerar de 0 a 100 en menos de tres segundos. Características por las que fue reconocido en el Guinness World Records como "el coche de producción legal más rápido del mundo en calles".