Juan Manuel Moreno Bonilla está a escasos momentos de ganar las elecciones andaluzas, repitiendo así su segundo logro desde que ganara las elecciones de la Junta de Andalucía en 2019, destronando entonces al PSOE de Susana Díaz.

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Moreno Bonilla no afronta este segundo mandato solo. De nuevo tiene a su lado a su esposa, que además de ser su tocaya, es correligionaria en las filas conservadoras. Como dicen los franceses, cherchez la femme: Manuela Villena es un portento en los estudios. La granadina es militante del PP y dicen quienes la conocen que más apasionada si cabe que su marido en cuestiones políticas, terreno que domina a la perfección.

Es diez años más joven que su Juanma Moreno, que cumplió 52 en mayo. Ella es una empollona de las buenas: se licenció en Ciencias Políticas y Sociología con 27 matrículas de honor. En su entorno está considerada 'un coco', en el mejor sentido de la expresión. Está especializada en análisis electoral pero desde 2017 es responsable de Relaciones Institucionales Sanitarias de la empresa farmacéutica Bidafarma.

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Se casó con Juan Manuel Moreno cuando apenas había superado la adolescencia, con apenas 23 años (él tenía 33). Y pronto se convirtió en madre. Tienen tres hijos, Juanma, Fernando y Alonso, que cuida 'a pachas' con su marido, tal y como ella misma desveló en febrero de 2016 en una entrevista para La Información, cuando Moreno era secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, 'segundo' de la defenestrada ex ministra de Sanidad del PP Ana Mato: "Juan Manuel suele llevar al pequeño a la escuela infantil los días que puede. Yo llevo al mayor al colegio y, por las tardes, soy la encargada de estar con ellos". Su marido añadió: "Yo me encargo de acostarlos por la noche, contarles cuentos inventados y pasar con ellos los fines de semana, si no hay actos oficiales, para permitir que mi mujer esté más libre".

Muy discreta, celosa de su intimidad y amante del control, las redes sociales de Villena están protegidas para que nadie pueda acceder a su contenido sin su previo consentimiento. No solo comparte con su marido la pasión por la política, también coinciden en su amor por el deporte, el cine, los toros y la religión, tal y como puede comprobarse en sus redes sociales.

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