La localidad gallega de Lalín acaba de lanzar una campaña de sensibilización y prevención de la violencia sexual materializada en el vídeo 'Chicas nuevas', una producción realizada por Mabel Lozano que trata de advertir de los peligros del consumo de pornografía entre los más jóvenes, porque ofrece una visión distorsionada de la realidad y normaliza la violencia en la sexualidad.
Mabel manifiesta que "la campaña viene derivada de lo que está ocurriendo con Las manadas. En los últimos años se han contabilizado más de doscientas, que han sido judicializadas. La última compuesta por chavales de catorce años abusando de una cría de doce. Chavales que contactan con las víctimas en las redes sociales y luego son tan descerebrados que se dedican a colgar imágenes de esas violaciones en esas mismas redes. Es una locura. El comportamiento de estos tiene que ver, primero, con la falta de educación sexual, porque no se habla de sexualidad en las casas, y segundo por la pornografía tan violenta de la actualidad, que normaliza totalmente la agresividad sexual".

¿Cuál es el objetivo principal de la campaña?
Llegar a los más jóvenes para advertirles del peligro. La sexualidad tiene que ser una experiencia compartida, empática, entre heterosexuales, homosexuales y cualquier tipo de parejas. El tú quieres, yo quiero.
¿Por qué no se hace nada en el caso de las refugiadas ucranianas, captadas por mafias que se dedican a la trata de blancas?
Eso es una vergüenza. Es que las captan nada más abandonar su país, en la misma frontera con otras naciones, como, por ejemplo, Polonia. Hace poco se supo que varios hombres disfrazados de trabajadores de Cruz Roja entregaban a las ucranianas botellas de agua con una solución química que las adormecía, y las secuestraban. Está claro que las pobres son 'carne de cañón', desarraigadas, separadas de los suyos, víctimas de una guerra cruel. La trata y la prostitución se aprovechan de la vulnerabilidad de las mujeres, y de la pobreza de los colectivos más marginados.