Britney Spears (40) por fin ha cumplido su sueño de casarse con el joven entrenador personal, Sam Asghari (28), a quien no pudo darle antes el 'sí, quiero' porque hasta hace pocos meses seguía atada a la custodia legal de su padre y él hacía y deshacía sobre su vida a su antojo. Los dos, que llevan juntos más de cinco años, se comprometieron en septiembre del año pasado y a mediados de mayo vivieron uno de los momentos más duros de su vida al perder al bebé que estaban esperando.
La boda, que Britney ha tratado de llevar con la máxima discreción posible de cara a los medios y las redes sociales, se celebró este jueves con alrededor de cien invitados de excepción (entre ellos, algún que otro VIP como Paris Hilton) en su casa de Thousand Oaks, en California. Pero no todo ha salido tan bien como ella preveía. Al menos al comienzo.

Tanto es así que el primer marido de ella, Jason Alexander, fue arrestado tras intentar colarse en la boda. La detención se produjo en la casa de la artista este jueves por la tarde, aseguran desde Page Six, antes de que comenzara la celebración.
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Se coló en la vivienda y llegó incluso hasta la sala donde iba a tener lugar la ceremonia. Llevaba una cámara para emitir en directo, por redes sociales, su hazaña. Ambos se casaron en 2004 en Las Vegas. El matrimonio, que se celebró después de que ella rompiera con Justin Timberlake, les duró apenas 55 horas. Ambos eran amigos de la infancia.

Este incidente minó por momentos la moral de la princesa del pop, que se vio "sacudida" por tal acontecimiento en pleno día de su boda, tal y como explican en dicho medio. No obstante, hizo de tripas corazón para que esto no la "deprimiera" en su gran día. El letrado de la artista, Mathew Rosengart, ya trabaja para contentar a su cliente. Asegura que Britney está "en estrecha colaboración con las fuerzas del orden público para garantizar que el Sr. Alexander sea procesado agresivamente con todo el peso de la ley".
Dejando atrás lo negativo, vayamos a las personas que durante este día le sacaron más de una sonrisa a la intérprete de Toxic. Se trata de los famosos invitados que estuvieron arropándola en su gran día. Entre ellos, la mencionada Paris Hilton, la actriz Drew Barrymore y Donatella Versace, que, además, le diseñó el vestido a su querida amiga.
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Con Spears, sin embargo, no estuvieron sus padres (lo esperado por la complicada relación que mantienen), ni tampoco sus hermanos por parte de padre (con quienes tampoco hace precisamente buenas migas). Solo estuvo con ella su hermano mayor, Bryan (45). Tampoco asistieron sus hijos, Sean Preston, de 16 años, y Jayden James, de 15, ambos fruto de su matrimonio malogrado con el bailarín Kevin Federline, con quien la cantante estuvo casada entre 2004 y 2007.

El letrado de la artista ha señalado a TMZ que no pudieron acudir, aunque sí le desearon lo mejor para este día tan especial. Kevin y Britney tuvieron la custodia compartida de los niños desde el divorcio hasta septiembre de 2019, cuando Sean se enfrentó a su abuelo materno, Jamie. Entonces las tuercas cambiaron y Kevin pasó a tener hasta el 70% de la custodia, lo que se mantiene hasta el día de hoy.