Cuatro conciertos a 50.000 euros cada uno. Está claro que la gira latina (Argentina, Chile y Perú) de Isabel Pantoja le ha salido muy rentable. Este viernes ha regresado a España con 200.000 euros más en sus cuentas, con el cariño de sus admiradores allende los mares y con muchas ganas de retomar su relación con Isa Pi, a la que dedicó su último concierto en Lima este jueves: "Cuando Dios hizo el Edén, pensó en mi hija", dijo la tonadillera sobre el escenario.
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Acompañada de su inseparable hermano Agustín, la artista ha llegado al aeropuerto de Madrid con ropa cómoda, gafas de sol y mascarilla negra. Poco después llegaba a Jerez de la Frontera, donde dejó claro que ni el triunfo en los escenarios le ha dulcificado el carácter. La cantante, agobiada por los fans y la prensa, le metió prisa a Agustín para que se metiera en el coche: "Venga dale, vámonos, vamos, vamos, derecha, derecha".
Respondió con una negativa con la cabeza cuando le preguntaron si se ha puesto en contacto con sus hijos o si sabía que Kiko tiene covid. Lo que sí ha querido negar de viva voz es que haya lanzado dardos a su hijo Kiko a través de sus canciones, cuya letra ha modificado estos días en sus distintas actuaciones: "Para nada, eso es mentira".
