Más de 300 millones de personas en todo el mundo padecen depresión, un trastorno mental frecuente que se caracteriza por una tristeza persistente y que afecta, sobre todo a las mujeres. Es cierto que hay mujeres felices, pero muchas más están tristes, deprimidas o desmotivadas. Algunas por la desconexión que sienten con sus parejas, otras atravesando amargos divorcios, secretos, infidelidades, soledades, operaciones de estética, ansiolíticos, antidepresivos, crisis a los 40, 50, 60 años?
¿Es que las mujeres estamos en crisis continua? Esta es la pregunta que se plantea Roser de Tienda, doctora quiropráctica con especialidad en salud de la mujer y de la infancia. Según la Sociedad Española para el estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), el 16% de las mujeres españolas consumen ansiolíticos habitualmente. Y esto es muy alarmante, porque los ansiolíticos alivian la sintomatología, pero no curan el problema y además crean adición y dependencia.
La estigmatización de las enfermedades mentales, incluida la depresión, sigue siendo un obstáculo para que las personas de todo el mundo pidan ayuda. Hablar de la depresión ayuda a eliminar esta barrera, lo que en definitiva conllevará un aumento de las personas que piden ayuda.
"Las mujeres de hoy en día han sido educadas en el siglo pasado por nuestras abuelas, madres, tías o monjas bajo el modelo de mujer que trabaja y lleva su casa, que tiene que estar perfecta en cualquier circunstancia y siempre atenta a las necesidades de sus hijos y marido por encima de las suyas propias", sostiene. Roser reivindica el derecho a ser mujeres felices y auténticamente reales, porque somos perfectas como tal y como somos y nuestra autoestima está muy ligada a nuestra actitud.
"Como quiropráctica, cuando te dedicas a cuidar el bienestar de las personas te das cuenta de lo dura que es nuestra vida como mujeres en casi todas las etapas, y que en la salud intervienen muchos factores, sobre todo emocionales. A lo largo de los años como quiropráctica me he dado cuenta de que hay muchos síntomas de enfermedades, como la depresión, que se somatizan y que son una carga emocional que repercuten en la salud física. Pero hasta ahora sólo se abordaba o bien con medicamentos o con psicoterapia", afirma y nos da estos cinco consejos para ganarle la batalla a la depresión.
1. Consulta con un profesional. Cuando la depresión invade toda tu vida, es necesario visitar a un especialista. Poco a poco, la sintomatología bajará y podrás hacer terapia para entender qué te está ocurriendo. La terapia más novedosa es la que aplican los psicólogos clínicos es el EMDR que responde a las siglas en inglés Eye Movement Desensibilization and Reprocesing. Desensibilizando a la amígdala, las emociones que te abruman desaparecen, liberándote de la medicación.
2. Aumenta la actividad física y social. Quedarse en casa a ver la televisión o hacer las labores domésticas no cuenta. Lo mejor es esforzarse en salir para hacer actividades que te gusten y te alegren. Ir al cine, ir al teatro, a dar paseos en bicicleta, patinar, ir hasta playa y coger un barco de paseo por la costa, ir a visitar a algún amigo. Poco a poco tu ánimo mejorará.
Tampoco debes de perder de vista la importancia de practicar deporte. Es cierto que seguramente no tendrás ganas de moverte, pero ir a una clase de baile, zumba, o natación grupal, puede aportarnos muchas risas y subir tu autoestima.
3. Cuenta con tus amigos. Rodéate de personas positivas y alegres que te quieran bien, que no te juzguen y sólo te apoyen en estos momentos delicados. Este tipo de personas contagian su buen humor y te ayudarán.
4. Escucha música. Ve a conciertos, utiliza la música como terapia. Baila, canta, todo sirve para echar fuera del cuerpo la tristeza.
5. Toma baños de sol. Los rayos UV aumentan la producción de serotonina, el neurotransmisor que nos da la sensación de bienestar, además de aportarte vitamina D y de ponerte de mejor humor.
Pero sobre todo, ten paciencia, esperanza y constancia. La depresión es una ardua batalla. Salir de ella requiere tiempo, y voluntad, sin embargo, una vez la superes, porque la superarás, serás una persona con una fortaleza que nunca imaginaste.