Estilo de Vida

Roberto y María Torretta, 40 años de moda

  • Padre e hija hacen un recorrido por su trayectoria y afirman que "el diseño español está en un buen momento"
Roberto y María Torretta

Entrar en el estudio de Roberto Torretta es como sumergirte en un remanso de paz dentro de la gran ciudad. Situado en un barrio alejado del centro de Madrid, en una época donde prima la moda rápida y la información a golpe de click, llama la atención entrar en un lugar concebido como un atelier clásico con una showroom donde probar a las clientas y un taller con sus máquinas de coser, patrones y telas.

El estudio fue proyectado hace veinte años por Patricia Urquiola y es desde entonces la casa de los Torretta: una empresa familiar donde Roberto, el alma creativa, fundó hace más de 40 años cuando se trasladó a España desde su Argentina natal y de la que también forman parte su mujer, Carmen Echevarría, como responsable de todo el área comercial y su hija María, relevo generacional de la firma y más centrada en el área de la tecnología y sostenibilidad. 

En el año 2016 Roberto Torretta recibió el Premio Nacional de Moda, un galardón que sin duda refleja el buen hacer de esta marca que hizo su primer desfile en el año 1983 y que ha sabido sortear las numerosas crisis que ha ido encadenando este sector y que, a pesar de las modas, ha sabido mantenerse en sus premisas y seguir apostando por la calidad, la costura, la artesanía, pero sin obviar la realidad de hoy en día.  

Roberto tú vienes a España en un momento que estaba Buenos Aires en el punto más alto, en el 74 y llegas a un sitio que estaba despertando. ¿Estuviste en el lugar y en el momento oportuno?  

Roberto: Sí, vine con la idea de hacer un viaje por recorrer, ya sabes, los argentinos siempre queremos conocer los orígenes, aunque yo no tengo origen español por ningún lado y sí italiano, pero bueno, la excusa… 

En ese momento, España ya empieza a despertar un poco, hubo un avance a nivel cultural, a nivel diseño. ¿Cómo se vivió eso en el mundo de la moda? ¿Qué fue lo que tú percibiste y cómo lo trasladaste a tus diseños?  

Yo creo que España, efectivamente estaba despertando, en todos los sentidos, incluido el tema cultura. Hasta entonces la oferta en moda era muy pequeña, por no decir que prácticamente no existía. Por lo que el camino que me tocó hacer fue perfecto porque llegar a un sitio donde la oferta es inexistente y la demanda empezaba, dejaba claro que estábamos en el momento y en el sitio oportuno. Fue todo un poco mágico. 

¿Y cuál fue la evolución de ese mundo de la moda? ¿Qué fue lo que hizo que la gente quisiera cosas diferentes, que apostara por el diseño? 

Es Carmen Etxebarría, mi mujer, la que crea la tienda Berlín que ha sido una boutique que durante 40 años fue el epicentro de la moda, fue todo un emblema. Estaba en la calle Almirante y allí empezó a venir gente importante, pasó todo el mundo, y a partir de ahí creamos un poco una  colección. Ese fue el nacimiento de nuestro primer taller nuestro centro de operaciones, y donde creamos nuestra primera marca que se llamó Snif. Y después, cuando fuimos a la pasarela fue cuando le pusimos el nombre de Torretta. 

María, tú crees que Berlín, que efectivamente fue como un punto de encuentro, un lugar abanderado de la movida, ¿sería posible hacer algo así hoy en día? 

María: Yo creo que no, con la globalización es imposible. Nosotros vivíamos al lado, por lo que de pequeños estábamos allí y Berlín era un centro absoluto y ya no solo social, que también, sino cultural y creativo. El cartel de Berlín lo hizo Mariscal, la bolsa de la tienda la sacó Almodóvar en alguna película…, es decir, que todo era mucho más creativo pero nacía de una manera más natural que ahora, más orgánica. 

Roberto Torretta

R:No había como hay ahora esa programación, incluso a nivel empresarial. Cuando nosotros creamos la empresa no se hizo un plan de negocios, hoy eso es inconcebible. 

M: Sí, aunque ya sabemos que el papel lo aguanta todo. 

R: Pero aquel momento fue absolutamente intuitivo. Creamos una empresa, por supuesto con una colección muy determinada y a partir de ahí empezamos a incorporar cosas, pero todo, casi sin pensar. Era todo muy bonito, era otra manera de trabajar.  

¿En qué momento se da ese salto y esa creatividad que surge de una manera tan natural, se convierte en una empresa más consolidada?  

R: Bueno, cuando empiezas a crecer la empresa ya tiende también a tener responsabilidades, empleados, nóminas, alquileres, compras más grandes..  

M: Más proveedores… 

R: Empiezan a aparecer líneas de crédito y en general, cosas que te hacen ponerte más serio, como es normal. Entonces te das cuenta que la empresa está creciendo y yo también fui creciendo como empresario.  

"Se ha perdido la frescura, pero yo creo que el diseño español está en un buen momento y tenemos que ir a futuro"

María, tú que te has criado en el backstage de los desfiles, ¿cómo ves ahora la situación del sector de la moda? ¿cómo ha cambiado respecto a lo que cuenta tu padre?

M: Se ha perdido la frescura, pero yo creo que el diseño español está en un buen momento y tenemos que ir a futuro, por supuesto.  

R: Está en bueno momento el slow fashion, por supuesto… 

M: Sí, claro, nosotros creemos muchísimo en el concepto de la calidad. Esa ha sido siempre ha sido nuestra apuesta y claramente nos ha demostrado que íbamos por el buen camino, porque ahora está dando sus frutos: la calidad en los tejidos, que las prendas perduren y no solo para el cliente, sino también pensando en la sostenibilidad… todo eso son conceptos que hoy en día están muy vigentes y nosotros, desde que empezamos estábamos concienciados con el movimiento eco. No se trata solamente de que la prenda dure, fabricar moda es una de las cosas más contaminantes, por eso nosotros desde el primer momento pensamos, por ejemplo, en que el tejido sea sostenible. 

Ahora que triunfa el fast fashion, ¿podemos decir que un diseñador como Torretta va a un público más nicho, que vuestra moda no es para la gran mayoría? 

M: Quizá no sea una ropa para el día a día, pero nosotros tenemos clientas de todo tipo para nuestra línea a medida, por ejemplo, gente que viene de todas partes, de Europa, de otras provincias que quieren algo para un evento, para una ocasión especial y quieren hacérselo a medida.  

R: Evidentemente esto es artesanía. Estamos hablando de precisión, de calidad, de costura, de diseño.  

"Tenemos tres líneas de negocio: la costura, totalmente artesanal; 'pret a porter' y RT, una segunda línea con precios más asequibles"

Que además lo estáis haciendo aquí en el atelier 

R: Nosotros tenemos tres líneas de negocio, una que es la costura, que es la que se hace aquí y que es totalmente artesanal y aparte tenemos pret a porter que se hace en talleres fuera y que ya tiene más volumen y ambas se sostienen entre sí.  

M: Y tenemos una segunda línea, RT, que tiene unos precios muy asequibles y se vende muy bien para un tipo de público distinto al pret a porter. Es verdad que está el público del desfile, donde el precio aumenta y luego están las que buscan algo especial y a medida. 

"Tengo siempre la teoría de que tiene que haber un matrimonio de industria y diseño porque ambos se retroalimentan"

¿Está ahora la moda española mirando más al exterior?  

R: Nos falta mucho. Yo tengo siempre la teoría de que tiene que haber un matrimonio de industria y diseño porque ambos se retroalimentan. La industria necesita el diseño y viceversa. Si se produce ese encuentro, ahí es cuando te puedes internacionalizar, mientras no se produzca, te haces más pequeño. 

¿Por qué no se produce ese encuentro? 

R: Nosotros sí hemos tenido relaciones con la industria. Por ejemplo, en el caso de las gafas, los zapatos y un montón de licencias que tenemos, nosotros ponemos el diseño, el equipo, la marca y ellos fabrican y distribuyen.  En el caso de la moda, ha sido algo más personal porque hemos tenido varios proyectos, dos concretamente muy potentes, y en el último momento hemos visto que era un error. 

¿Cómo se trabaja en familia? Porque, no es una cosa que suelan recomendar… ¿Qué aportáis cada uno? 

M: Yo creo que se trabaja muy bien, yo estoy muy contenta 

R: Ganan las cosas a favor, que es la unión, la piña, que implica tirar para adelante juntos, tener la misma dirección, con los mismos esfuerzos, con el mismo objetivo 

M: La misma implicación.  

R: La misma empresa y el mismo compromiso y en contra, pues que quizá hay un poco más de tirantez, la sangre es muy potente. 

M: También te diría que estar todos los días con mis padres, a mí me parece un lujo: verles y disfrutarlos y, aparte, aprender de ellos profesionalmente, es una maravilla. Remar juntos en la misma dirección y con la misma implicación, hace que el compromiso sea mayor porque la empresa es tuya.   

¿Roberto, qué hito ha hecho tu hija que te haya hecho abrir los ojos?  

R: Yo soy un analfabeto digital y María viene de esa generación y a mí me ha abierto un mundo que para mí no existía y no hubiera sido posible desarrollarlo si no estuviera ella. Y María tiene, yo creo que tiene lo bueno de los dos, de su padre y de su madre: Carmen es la mejor comercial que he conocido en mi vida y María tiene ese don y que ha hecho que desarrollara unas líneas de negocio que yo no había hecho.  Además es muy creativa, y eso viene de mi lado.  

María, de todo lo que tocas, porque ya vemos que es mucho dentro de la empresa, ¿qué es lo que más te gusta?  

M: A mí lo que me gusta es precisamente que sea una empresa familiar y pequeña en la que poder tocar todas las patas porque, realmente me apasiona toda la parte creativa, pero también me gusta la parte de negocio y más estratégica y disfruto de la parte comercial. Por eso digo que mi verdadera suerte es estar en todas los departamentos de la empresa. Eso por no hablar del taller, la confección, las medidas, que es un mundo tan bonito...  

El mundo de la moda pasó una crisis hace unos años, ¿cómo lo pasasteis?  

R: Bueno ha pasado varias, la de los 70 y la de los 90 y la del 2008. La de después del Mundial y la Expo, fue mala, España se derrumbó, pero la del 2008, para mí fue traumático. Las de antes no es que no me enterara, es que estaba con una dinámica, con una energía y con una fuerza que te daba para todo y buscabas alternativas. 

¿Y cómo vive en una empresa familiar esa crisis?  

R: Me acuerdo de que los impagados llegaron al 40%. El mundo se paralizó, los clientes desaparecieron, las tiendas cerraban las multimarca y nosotros estábamos ahí muy metidos… Fueron tres o cuatro años de una lucha, de arriesgar. Nuestro patrimonio, que es pequeño, arriesgamos absolutamente todo. Y pudimos sacar la empresa adelante en el año 2010, 2012.  

María Torretta

M: Yo no estaba tan presente la empresa Lo vivía de forma personal, claro, pero no tanto profesional. Pero sí es verdad que yo entré en el mercado laboral en plena crisis, lo que supuso un entrenamiento porque yo nunca he vivido la bonanza, siempre he tenido que remar en mi carrera profesional. Yo ya he trabajado con presupuestos y proyectos reales, y no he visto nada de lo que mi padre contaba de antes, que era un despilfarro (risas).  

Roberto, tú has dicho en alguna ocasión que te encontraste mucho más cómodo cuando acabas la época de las top models que eran por los años 90… 

R: Las top model desfilaron con nosotros, pero efectivamente en esos desfiles el foco estaba puesto en las modelos y no en enseñar lo que el diseñador hacía, la colección. Después hubo un cambio de tendencia y ahora la modelo o la marca es una persona muy importante, pero simplemente pasa.  

Hay muchos factores hoy en día que también influyen en el tema de la moda, como son ahora las influencers.  

M: A mí me parece fenomenal. Es una evolución natural que ha tenido, entre otras cosas, la moda, porque la gente ha necesitado que unas señoras recomendaran productos supuestamente de forma real y es cuando aparecen las influencers y nosotros trabajamos con ellas. 

R: Son las comunicadoras del mundo digital. 

M: Totalmente. Y de hecho vienen a nuestros desfiles, se ponen en contacto con nosotros, así que fenomenal.  

¿Y el metaverso?  

M: En el metaverso tenemos proyectos.  

R: Yo estoy a un nivel más físico, pero me llamó un amigo y me contó que tenía un proyecto en una plataforma y me explicó lo que es el metaverso. Y me explica que hay unos personajes o avatares que tienen que comer, que tienen que divertirse, que tienen que vestirse… y me gustó porque cuando hablaban de internet hace 20 años, pensábamos que era una locura..  

M: Dicho esto, tenemos un proyecto que parece que vamos a estar. Es a futuro porque los niños que están ahora en el metaverso crecen y con la edad querrán vestirse, tendrán bodas y eventos y se vestirán de torrettas.  

¿Qué porcentaje supone el 'ecommerce' en vuestra empresa?  

M: No tenemos ecommerce propio, es otro proyecto abierto que tenemos, es algo que chocará. 

S: Roberto en alguna ocasión has dicho que lo de fuera también influye en la moda. En tu colección de varano hay mucho color, ¿hay motivos para el optimismo? 

R: Yo creo que en ese momento sí, cuando la cree porque estábamos saliendo de la pandemia. Parecía Disneylandia, con colores fuertes, estampados, con ganas de salir a la calle…  

M: La de invierno ha salido más austera, al menos en colorida. 

R: Sí, pero tiene un toque de costura importante. Supongo que el entorno, influye, influyen los estados de ánimo, la creatividad y está reflejado 

"Para mí hay dos cosas fundamentales en la vida, que es la creatividad y el sentido del humor y eso es lo que intento desarrollar en mi trabajo y en mi vida"

Para terminar, ¿cuál es el secreto para estar 40 años?  

R: Yo te digo el mío, que es que me apasiona mi trabajo: es imposible estar 40 años volcado en una profesión poniéndole toda la pasión e intensidad si no te gusta lo que haces.  Por otro lado, para mí hay dos cosas fundamentales en la vida, que es la creatividad y el sentido del humor y eso es lo que intento desarrollar en mi trabajo y en mi vida. 

M: Yo creo en todo lo que ha dicho él, pero también en que mi padre y mi madre son muy buen tándem, porque la parte creativa está cubierta y la parte empresarial y luego toda la parte comercial, que es importantísima también. Porque puedes ser muy creativo, pero hay que vender. 

R: la parte comercial, es el último eslabón, pero sin ella todo lo anterior no sirve para nada.   

Cuestionario

S: Una prenda que os guste,  

M: Una blazer 

R: Una cazadora 

S: Un sitio para desconectar 

M: Punta del Este, donde hemos ido toda la vida y sobre todo es mi infancia y tengo recuerdos de pasar allí con mi familia las Navidades, con mis primos, con mis tíos 

S: Un restaurante:  

M: Las dos lunas en Ibiza 

R: Sin duda, es como nuestro restaurante.  

S: Una comida y una bebida 

M: Coca cola y asado 

R: Asado y vino tinto, ¡a muerte! 

S: Un diseñador 

M: Roberto Torreta, sin duda 

R: Balenciaga, por ser referente, por la elegancia, la exquisitez 

S: Un libro 

R: Cien años de soledad 

M: Me gustó mucho Los renglones torcidos de Dios.

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