La moda es un ente versátil y cambiante, que refleja a través de la vestimenta las transformaciones sociales de cada momento histórico. Los años 40 vieron marcados por la II Guerra Mundial, faldas más cortas y caderas marcadas, los 50 por los escotes en forma de corazón, los hombros descubiertos y los pantalones de talle alto y, a partir de los 60, se optó por estilos de ropa más relajados, cómodos y naturales, una tendencia que se acentuó en los 70, cuando los hippies predicaban el espíritu libre. Finalmente, el espíritu transgresor de la década de los 80 supuso un antes y un después, en los que la ropa dejó de ser un accesorio para pasar a ser un medio de expresión, además de relacionarse de forma muy directa con los estilos musicales, algo que continúa hasta nuestros días.
En la actualidad, conviven diferentes estilos de vestir y muchos beben de estas épocas pasadas. Entre estas tendencias, se está popularizando el uso de prendas de sport fuera de los gimnasios o del entorno deportivo, impulsado por la búsqueda de comodidad y de una apariencia más casual. A esta moda se la ha bautizado como Athleisure, uniendo los términos ingleses athletic y leisure, la combinación de lo atlético con el ocio.
"Lo que prima en la utilización de estas prendas es la comodidad, por eso está teniendo tantos seguidores", explica Sara Largo, presidenta de la Asociación Española de Asesores de Imagen y Personal Shopper (ASEDAI). "Durante y tras la pandemia, son muchas las marcas y los diseñadores que se han sumado a la tendencia, sin duda han visto el filón de mezclar ropa deportiva con otra más casual, y en algunos casos sofisticada", añade.
La pandemia supuso un impulso para este estilo
El Athleisure nació, aproximadamente, en 2016, pero fue durante el periodo pandémico cuando comenzó a ser más conocido. Y es que esta forma de vestir está muy relacionada con la crisis de la Covid-19 y el teletrabajo, un momento durante el que se tendió a un estilo más relajado y de estar por casa. Así, esta forma de vestir ha sido adoptada incluso por famosas de la talla de Georgina Rodríguez, o Gigi Hadid, quienes se consideran claras representantes de la tendencia, de acuerdo con las declaraciones de Largo.
"Utilizan gorras, leggings, sudaderas, tops y zapatillas deportivas para crear looks casuales. Se ponen el pantalón de chándal para ir de compras, o a realizar cualquier otra actividad del día a día sin ningún complejo", describe, "en general, se puede afirmar, que tras la pandemia los códigos de vestimenta se han relajado en todos los ámbitos de la vida social y laboral. Desde mi punto de vista, en algunos casos demasiado".
Tal y como advierte esta experta, es muy importante saber combinar este tipo de prendas para no tener un aspecto demasiado "descuidado". Por tanto, "el truco" es mezclar la ropa deportiva con "con camisas, chaquetas, etc." y producir un look completo en el que todos estos elementos tengan sentido, al mismo tiempo que se mantiene la comodidad del sport. "Espero que la comodidad no arrase con el estilo, y con la importancia de cuidar la imagen", opina la presidenta de ASEDAI.
Sin embargo, no solo los productores de prendas deportivas fabrican este tipo de ropa. Marcas conocidas en todo el mundo, firmas de lujo y diseñadores de prestigio, se han sumado a esta tendencia. Algunos ejemplos son Mango, Zara, Oysho, H&M, El Corte Inglés, Alo Yoga, Lulu Lemon, Brahdy, Ricardo Tisci o Alexander Wang, quienes en sus últimas colecciones han incorporado prendas athleisure. Estas suelen ser de diversos tipos, pero, en general, tienden a los colores neutros como el blanco, el beige, el gris, el marrón, el azul marino, el negro y los neutros. De esta forma, pueden aportar mayor sofisticación y versatilidad a la hora de combinarlos.
"El estilo Athleisure ha venido para quedarse. Ya hemos visto lo que ha ocurrido estos últimos años con las sneakers, que se usan con faldas, vestidos, trajes de chaqueta y en cualquier ocasión", concluye Largo.