Estilo de Vida

El truco para sacar los granos de maíz que no han explotado de las bolsas de palomitas

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Si en verano no paramos en casa y aprovechamos las muchas horas de sol que tiene el día, en invierno sucede todo lo contrario. En los meses en los que el frío es protagonista, el cuerpo nos pide planes en casa para disfrutar de nuestra familia y de nuestro hogar.

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Sí, es tiempo de sofá, peli y manta. Para disfrutar de una buena sesión de cine en casa, no hay nada mejor que hacernos unas palomitas de maíz. Da igual que sean dulces o saladas. Se trata de una costumbre ligada al cine, que ha pasado de generación en generación y nunca pasa de moda.

Una costumbre de hace 100 años

Su origen se encuentra en principios del siglo XX en Estados Unidos. Por raro que pueda sonar, en aquella época, el cine era una actividad que solo podían hacer los ricos. Lo que distinguía a la gente rica de la pobre era si sabían leer o no. Pero con la llegada del cine sonoro en 1927, la clase trabajadora también encontró en el cine una distracción. Fue entonces cuando en los cines no cabía ni un alfiler y en mitad de las películas la gente tenía hambre y quería picar algo.

En 1929, el año de la Gran Depresión, EEUU vivía sumida en una profunda crisis económica y el maíz era de los alimentos más baratos que había. Por este motivo, los vendedores ambulantes empezaron a vender palomitas en la calle, y todo aquel que iba al cine, se compraba una ración. Después, una mujer llamada Julia Braden propuso la idea de montar su propio puesto de palomitas dentro del cine. A cambio, ofrecía al propietario un porcentaje de las ganancias de las palomitas. La idea acabó siendo un rotundo e histórico éxito.

Elimina los granos sin hacer

A la hora de hacernos palomitas de maíz en el microondas, vemos que en el fondo de la bolsa se esconden numerosas granos que no han acabado de explotar. Morder uno de ellos puede ser molesto e, incluso, peligroso para nuestra dentadura.

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Pero existe un sencillo truco para deshacernos de ellos. Para ello, primero calienta la bolsa durante el tiempo recomendado. A continuación, retírala con cuidado y, una vez que se haya enfriado, coloca el envase en vertical y sacúdela de lado a lado. De esta forma, los granos que no hayan reventado caerán al fondo.

Después, sitúa la bolsa de palomita sobre una superficie plana, abre la parte inferior, solo lo suficiente para que caigan esos granos. Y ya, por último, vuelve a sacudir la bolsa para que caigan las palomitas sin hacer.

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