Mucho hemos hablado sobre el café, esa bebida popular que solemos tomar una o varias veces al día, sobre todo, por la mañana con el objetivo de activarnos ante una nueva jornada laboral. Se obtiene al tostar y moler los granos del fruto del cafeto (o planta del café) y es estimulante por su alto contenido en cafeína, una sustancia psicoactiva.
El café es uno de los alimentos que más se consumen en España. Un estudio asegura que más de 22 millones de personas mayores de 15 años lo toman en nuestro país. Además, se calcula que se sirven hasta 535 millones de tazas de café en los bares.
Efecto antiinflamatorio
La ciencia ha vinculado al café con multitud de beneficios para la salud. Se sabe que su consumo (sin excesos) ayuda a proteger el organismo contra el Alzheimer y otras enfermedades cardíacas. Se ha demostrado también que aumenta el rendimiento físico, ayuda la pérdida de peso y favorece la concentración.
Pues bien, un estudio llevado a cabo en la Universidad de Copenhague publicado este lunes, 30 de enero, en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry asegura que el café con leche cuenta con un sorprendente efecto antiinflamatorio que se produce por la combinación de los polifenoles del café y las proteínas de la leche.
Una inflamación es la reacción que se produce cuando las bacterias, virus y otras sustancias extrañas entran a nuestro organismo y el sistema inmunitario responde desplegando glóbulos blancos para protegernos de ellos.
Polifenoles y proteínas
Así las cosas, los investigadores, con Marianne Nissen Lund al frente, han demostrado que cuando una sustancia antioxidante natural, como el polifenol, reacciona con un aminoácido, como el que contienen las proteínas, "se potencia su efecto inhibidor de la inflamación en las células inmunitarias". "Por tanto, es claramente imaginable que este cóctel pueda tener también un efecto beneficioso sobre la inflamación en humanos", dice la profesora.
Los antioxidantes están presentes en los seres humanos, las plantas, las frutas y las verduras, y la industria alimentaria los utilizan para hacer que los alimentos duren más tiempo, es decir, ralentizan su oxidación. También ayudan a reducir el estrés oxidativo del organismo provocado por las inflamaciones.
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Para llegar con esta inesperada propiedad, el grupo de investigación aplicaron inflamación artificial a las células inmunitarias. "En algunas de las bebidas de café con leche que estudiamos, la reacción ocurre tan rápido que ha sido difícil de evitar en cualquiera de los alimentos que hemos analizado hasta ahora", añade Marianne Nissen Lud. Ahora, la clave está en saber cuáles son las cantidades adecuadas de polifenoles en los alimentos para conseguir una calidad óptima.