Cuando estalló la pandemia de coronavirus en el mes de marzo del año 2020, millones de personas, presos de la histeria, vaciaron las baldas de papel higiénico. En un principio no se sabía muy bien el por qué de este extraño comportamiento. Sin embargo, los psicólogos explicaron que esta compra desmesurada de este artículo de higiene personal pudo deberse al efecto bola de nieve.
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Hoy día es prácticamente impensable vivir sin papel higiénico, pero lo cierto es que hubo un tiempo que la civilización tuvo que buscar otras vías para limpiarse después de hacer sus necesidades. Se sabe que en China ya se usaba en el siglo II d.C., inventado por el consejero imperial Cai Lun. No obstante, a Europa llegó más tarde.
Historia del papel higiénico
Ya en el siglo XIX, el estadounidense Joseph Gayetty sería el responsable de introducir al mercado mundial la versión comercial del producto, ya que, primero se hacía en formato paquete en lugar de rollo. Dicho papel estaba impregnado de Aloe Vera con el objetivo de ayudar a aliviar ciertos problemas estomacales.
Pero ni así triunfó. Tampoco dio en el clavo el inglés Walter Alcolk. Suya fue la idea de que el papel viniera en un rollo de hojas que se pudieran arrancar. Sería en 1879 cuando, ahora sí, el papel higiénico fue todo un éxito. Los hermanos Scott lo comercializaron en forma de rollo, es decir, tal y como hoy lo conocemos.
Aplasta el rulo antes de colocarlo
Debido a la ola inflacionista y a la guerra en Ucrania, el papel higiénico ha sido uno de los productos que más se ha encarecido, en parte, por la subida de precio de la celulosa. Además, también hay que recordar que se trata de un material nocivo para el medio ambiente.
Por estos factores, conviene economizar la cantidad de papel higiénico que se utiliza en un hogar, en especial en aquellos con familias numerosas. Un truco consiste en aplastar el rulo antes de colocarlo en el portarollos. Esto hará que, a la hora de echar mano al papel, sea más complicado desenrollarlo. Así pues, solo se usará la cantidad estrictamente necesaria. Este método, por cierto, fue ideado por una madre australiana que lo publicó en el grupo de Facebook Mums who budget & save.
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Además, existen otros métodos para reducir la factura en papel higiénico que pasan por comprar paquetes en grandes cantidades a sustituirlo por otros materiales. Por ejemplo, en Oriente Medio y en Asia lo han reemplazado por toallas de tela reutilizables, aunque también optan por lavarse con agua directamente.